Mucho se ha expuesto en los medios de comunicación sobre la postura “retrograda” del catolicismo, e inclusive del cristianismo en general, en temas de derechos de la mujer y de igualdad de género, sin realmente dar a conocer lo que sus enseñanzas y documentos dicen al respecto.
A lo largo de los siglos la presencia de la
mujer en la historia de la Redención ha sido siempre notoria. Desde los tiempos
del Antiguo Testamento donde varios de los libros están dedicados a mujeres israelitas
y de otras culturas que salvaron a pueblos enteros, hasta la misma forma de
empiezo de la Salvación con el si de una mujer: María.
El culmen de esta historia, se da con la predicación
del mismo Jesús acerca de la dignidad de la mujer, la cual es llevada a niveles
sin precedentes y ante el escándalo de sus contemporáneos con su actitud hacia
ellas: Jesús se acerca a ellas, les habla, las acoge en su grupo , y las
defiende ante los abusos, les concede milagros en especial, las hace emisarias
primeras de la alegría de la Resurrección
“Diversas mujeres aparecen en el transcurso de la misión de Jesús de Nazaret, y el encuentro con cada una de ellas es una confirmación de la “novedad de vida evangélica” de la que ya se ha hablado “
Juan Pablo II, Mulieris Dignitatem
Después de la Ascensión de Jesús al cielo,
se hace notar la centralidad de la mujer en María para el sostén de la continuación
de la predicación del Reino de los Cielos, alrededor de la cual se reunían los apóstoles
y discípulos para perseverar en la fe .
A lo largo de los siglos, la Iglesia se ha
ido construyendo con la acción de muchas mujeres que se mencionan desde los
Hechos de los Apóstoles, hasta aquellas doctoras de la Iglesia que han marcado
el camino de enseñanza de los principios del cristianismo: Santa Teresa de Jesús
y Santa Catalina de Siena entre otras
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