2013 está por llegar. Como cada año, este tiempo está lleno de
recuerdos: logros, fracasos, ofensas, amistad, crecimiento, retroceso, dolor y
alegría.
Vamos recorriendo la vida y vemos
cómo hemos perdido seres queridos, han nacido nuevos miembros de la familia,
acontecimientos como bodas, bautizos, funerales….. todo viene a nuestra mente
y podemos experimentar sentimientos
encontrados de nostalgia, alegría, frustración, dolor y gozo.
EL PRÓXIMO AÑO NOS
BRINDA 365 OPORTUNIDADES DE VIVIR CADA DÍA COMO SI FUERA EL PRIMERO, COMO SI
FUERA EL ÚLTIMO
Poner todo nuestro corazón en lo
que hacemos, no importa si son pequeñas o grandes cosas, lo importante es cuánto
amor pongamos en ellas al hacerlas.
Probablemente hicimos propósitos que para el año que termina.
También es muy probable que se hayan quedado en el cajón del buró o de las
buenas intenciones.
Que este año que comienza nos
propongamos pocas cosas, aquellas que sabemos más necesitamos:
paciencia, tolerancia,
generosidad, amabilidad, servicialidad, alegría, perseverancia, humildad,
consuelo al que sufre, fidelidad,
creatividad, serenidad, caridad, sensibilidad a las necesidades de los demás, silencio, buen humor, delicadeza, sencillez,
disponibilidad…. perdón.
Todo un abanico de opciones para
definir aquello que creo me ayudaría más a ser la persona que me gustaría
llegar a ser.
Mejor aún si ponemos estos
propósitos en las manos de Dios, para que nos ayude a llevarlos a cabo.
Y lo más importante, no nos
olvidemos de agradecer a Dios todos los dones que nos ha dado, aún el dolor que
pudo haber estado presente en nuestras vidas.
UN AÑO MÁS,
OPORTUNIDAD PARA CONVERTIRME AQUELLA PERSONA QUE DIOS PENSÓ Y AMÓ, AL CREARME
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