EL PAPA BENEDICTO SE DESPIDE


Mucho se ha dicho y especulado durante esta semana, a partir del anuncio del Papa de su renuncia el próximo 28 de febrero.
Su declaración fue concreta, clara, llena de una profunda humildad y reconocimiento de sus limitaciones.


 Fue impresionante la cantidad de gente que se reunió el domingo para estar presente en el Ángelus en la Plaza de San Pedro. Quisieron despedirse del Papa y demostrarle su agradecimiento.



La mayoría de los medios de comunicación han comentado este hecho, con respeto, seriedad y hasta con  asombro por la respuesta de los fieles a este hecho inusitado.

Su legado en escritos, libros, testimonio de entrega, humildad, claridad de mente e inteligencia sobresaliente, quedan para la posteridad.

Comparto  lo que escribió Munilla,  obispo de San Sebastián, refiriéndose a las “DIEZ PERLAS”, diez reflexiones luminosas que nos deja el Santo Padre:

1.    Donde Dios no ocupa el primer lugar, corre peligro la dignidad del hombre
2.    Cuando el hombre se aparta de Dios, no es Dios quien le persigue, sino los ídolos
3.    Una fe que nosotros mismos podemos determinar, no es en absoluto una Fe
4.    La razón no se salvará sin la fe, pero la fe sin la razón no será humana
5.    Cuando la política promete ser redención, promete demasiado. Cuando pretende hacer la obra de Dios, pasa a ser, no divina, sino demoníaca
6.    El laicismo se está convirtiendo en una ideología autoritaria e intolerante
7.    No es la ciencia que redime al hombre. El hombre es redimido por el amor
8.    Hay quien afirma que el respeto a la libertad del individuo hace que sea erróneo buscar la verdad. Pero, ¿qué objeto tiene entonces la libertad?
9.    Las cuentas sobre el hombre, sin Dios, no cuadran; y las cuentas del universo, sin Dios, tampoco cuadran
10.                 La cultura de Europa nació del encuentro ente Jerusalén, Atenas y Roma; del encuentro entre la fe en el Dios de Israel, la razón filosófica de los griegos y el pensamiento jurídico romano

Frases profundas, llenas de reflexión teológica, filosófica, humana y existencial.



 Digamos adiós a nuestro querido Papa, reconociendo su humildad, claridad de mente y valentía por la decisión tomada.
Oremos por él y por el próximo Santo Padre, así nos lo ha pedido.

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