QUE ME DICE GUADALUPE?




Se acerca el día 12 de Diciembre.  Inicia el puente Lupe/Reyes, es día de asueto para muchos, de p
eregrinación para otros tantos…



¿Qué me dice Guadalupe, qué me significa esta fiesta?

“¿No estoy yo aquí que soy tu Madre?”

Qué alegría saber que tengo Madre, no es albur. Claro está que todos tenemos madre, si no, no estaríamos aquí, así de fácil.

Recordamos con gran cariño y ternura a nuestras madres, para muchos de nosotros ellas ya partieron y nos partieron el corazón al irse, pero hoy no es 10 de mayo, hoy hablamos de otra Madre.

María, ¡qué dulce tu nombre!… ruega por nosotros ahora y en la hora…

María, yo me ofrezco enteramente a ti…Y en prueba de mi filial afecto, te consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón...

Oh María Madre mía, oh consuelo del mortal…

Acordaos oh piadosísima Madre, que jamás se ha oído decir que ninguno que haya recurrido a Ti, haya sido despedido…..

¡Cuántas diferentes maneras tenemos para recurrir a nuestra Madre, cuántas formas de relacionarnos con Ella!

Virgencita: muchas veces hemos sentido tu compañía, tu intercesión.

Pero hoy de un modo especial, queremos recurrir a ti, maravillados por tus palabras que, en San Juan Diego, nos diriges a todos:

¿No estoy yo aquí que soy tu Madre?

Sí, estás aquí y eres mi Madre, voy a dejarte actuar como tal. Voy a recurrir a Ti en mis apuros, en mis miedos y en mis alegrías.  Mis logros serán tus logros también, porque ¿qué madre no se alegra con las alegrías y los triunfos de su hijo?  Mis penas,  igualmente serán tuyas.

¿No estás tú bajo mi sombra y mi resguardo?

Si estoy bajo tu sombra y tu resguardo, ¿hay algo malo me pueda pasar, si Tú cuidas de mi? Las madres nunca pierden de vista a sus hijitos, pues así hoy me percato que tú nunca me pierdes de vista, estás siempre al pendiente. ¡Tú cuidas de mi! ¿Será que soy capaz de comprender esta maravilla?



¿No soy yo la fuente de tu alegría?

Sí, Tú eres la razón de mi gozo.  ¿Cómo no voy a estar feliz?

¿No estás en el hueco de mi manto, en el cruce de mis brazos?

No más miedo, no más angustias, no más dudas.  Sí, ya sé que el mundo es un lugar que puede ser muy peligroso, basta con leer las noticias, pero si yo todos los días me pongo entre tus brazos y dejo que Tú me cuides….

¿Tienes necesidad de alguna otra cosa?

La verdad no, porque Tú cuidas de mi en todos sentidos, en todos aspectos.  Tú conoces mis necesidades incluso antes que yo las vea.  Estás ahí antes que yo te pida ayuda, Tú te adelantas, porque eres Madre y conoces lo que tus hijitos vamos a necesitar.

Que nada te aflija ni te perturbe.

Visto así, de verdad no hay nada que nos aflija porque Tú, en las dificultades, nos ayudas; en nuestros desaciertos, nos iluminas;  en las dudas y penas, nos confortas; en las enfermedades, nos fortaleces; cuando nos desprecian, tú nos animas; en las tentaciones, nos defiendes; con tu corazón maternal, nos amas; con tu inmenso poder, nos proteges y en tus brazos de Madre, al expirar, nos recibes. ¿Qué más hemos de necesitar?  Nada, solo darte las gracias. ¡Felicidades en Tu día!
 
Por Maria Guadalupe Represas

 

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