Hoy 15 de
febrero, un día después de jolgorios y muestras de amor y amistad, se festeja a
los niños; pero a esos que el dolor y la enfermedad los tiene prisioneros,
deseosos de vivir una vida normal, sin dolores y molestias y entre sus seres
queridos en su hogar y no en un cuarto de hospital.
Muchos se
preguntan como yo ¿ Por que tanto dolor?
Ya el Papa
Francisco se hace la misma pregunta y se preocupa por ellos. Lo hemos visto en
sus encuentros con niños enfermos.
Al tratar a
estos niños con esta grave enfermedad he constatado que te reciben ansiosos de
muestras de amor y alegría. ¿que no podemos dar algo de nuestro tiempo y
humorismo por ellos?
Me
preguntaba cuando los visitaba y veía su pronta respuesta, son niños ansiosos
de convivir con nosotros al igual que nuestros hijos o nietos y disfrutan mucho
mas que los que estamos sanos a pesar de soportar la carga de un gran dolor, y
las reacciones de las fuertes medicinas
que ingieren para descartar , la enfermedad o por lo menos paliar el dolor,
¿ Por que este gran sufrimiento? Y he llegado a la conclusión que el dolor los
forja para ser mejores personas, estar dispuestas a convivir y entender a los
que los rodean.
Es como el
temple de las antiguas espadas que se forjaban a base de calos y golpes.
¡Seamos
compañeros durante este camino de engrandecimiento de espíritus!
Maria del
Pilar Barroso Losada
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