ESPIRITU SANTO:UN FANTASMA EN LA VIDA?






 


¿Estamos abiertos al Espíritu Santo? ¿Nos dejamos guiar por El? El cristiano es un hombre espiritual, y esto no significa que sea una persona que vive en las nubes, fuera de la realidad como si fuera un fantasma. No. El cristiano es una persona que piensa y actúa en la vida cotidiana según Dios, una persona que deja que su vida sea animada, alimentada por el Espíritu Santo, para que sea plena, propia de verdaderos hijos.

 
 
 
Y eso significa realismo y fecundidad. Quien se deja guiar por el Espíritu Santo es realista, sabe cómo medir y evaluar la realidad, y también es fecundo: su vida engendra vida a su alrededor.


Dios es el Viviente, es el Misericordioso, Jesús nos trae la vida de Dios, el Espíritu Santo nos introduce y nos mantiene en la relación vital de verdaderos hijos de Dios.



Pero, con frecuencia, lo sabemos por experiencia, el hombre no elige la vida, no acoge el Evangelio de la vida, sino que se deja guiar por ideologías y lógicas que ponen obstáculos a la vida, que no la respetan, porque vienen dictadas por el egoísmo, el propio interés, el lucro, el poder, el placer, y no son dictadas por el amor, por la búsqueda del bien del otro. Es la constante ilusión de querer construir la ciudad del hombre sin Dios, sin la vida y el amor de Dios: una nueva Torre de Babel; es pensar que el rechazo de Dios, del mensaje de Cristo. De la homilía del Papa Francisco, 16/06/2013.









 
“Dios mío,¿por qué los hombres que somos tus creaturas, nos empeñamos en construir nuestra vida lejos de Ti?... Señor, necesitamos de Tu gracia, necesitamos de Tu guía, para que, nuestra vida sea la que Tu quieres que sea y no tengas que sufrir por nuestro egotismo y nuestra indiferencia. Dame la fuerza Jesús, no te apartes de mi lado, Virgen Santísima, madre mía no me desampares ni de noche ni de día. Yo sola no puedo, necesito de Tu amparo y de Tu guía…”



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