MADRES MODERNAS EN MAS RIESGO DENTRO DE LA UNION LIBRE


 

 

En esta época moderna, la libertad para escoger la forma y momento para formar una pareja es cada vez mayor. Existen diversas razones por las que algunas parejas optan por vivir juntos antes de formalizar la relación: por estar seguros de que la relación funcione o por falta de medios para la manutención. En México, muchas veces es por no tener los recursos económicos para hacer “la fiesta” de la unión formal, sin la cual, en nuestra cultura, la unión no es aceptada socialmente.

A primera vista, la unión libre o cohabitación como forma de empezar una familia puede sonar muy conveniente y hasta beneficiosa, pues parecería prevenir los efectos de una ruptura posterior dentro de un matrimonio. Pero la realidad de esta práctica, desde hace varias décadas, ha aumentado en un 50% en nuestro país (1) y nos deja ver que no es así y que además trae efectos y consecuencias muy violentos para la mujer y los niños.
 
 

El American College of Pediatrics publicó un documento llamado “Cohabitación”(2) donde explora diferentes aspectos de esta práctica en los Estados Unidos, encontrando efectos inquietantes sobre la mujer, pero también sobre el hombre y los niños que viven con la pareja con la que cohabitan.
 
 

Aunque da la impresión de ser una forma de vivir más consensuada y menos presionada que el matrimonio, las mujeres que cohabitan tienen 9 veces más probabilidad que las casadas de ser asesinada por su pareja, la violencia severa es cuatro veces más común entre estas parejas y es 50% veces más común cualquier otro tipo de violencia entre las parejas que cohabitan antes de casarse, lo que se duplica si la cohabitación se extiende por más de 5 años. (3)

La cohabitación es a veces alabada por el ahorro que supone no mantener 2 casas con sus gastos y sumar, a veces, los dos ingresos de la pareja. Pero las estadísticas muestran que este beneficio no se ve reflejado en el diario vivir pues la pobreza es un elemento más presente entre las familias de parejas que cohabitan que de las que están casados.

No solo eso, los efectos sobre la salud son muy dispares. Esto se ve en los niveles de abuso de alcohol mucho mayores entre las parejas que cohabitan que las que están casadas. En el caso de los hombres llega a ser el doble y en el de las mujeres hasta 4 veces más. (4)

 
 
 
Pero lo más interesante, es que, siendo presentada como una forma de prevenir la infidelidad, ésta se da hasta tres veces más en el año siguiente a la unión entre las parejas que cohabitan que entre las casadas sin cohabitar.(5)

Las mujeres que viven en unión libre tienen una probabilidad 10 veces mayor que las casadas de tener un aborto. Es más, el 89% de las mujeres que tuvieron un aborto han cohabitado alguna vez en su vida, y algunas han vivido hasta con tres o más hombres. (6)

Los hijos de madres que cohabitan tienen hasta 4 veces más riesgo de perder a alguno de los padres por separación antes de su tercer cumpleaños. Y además los niños que viven con su madre y una pareja que cohabita con ella, tienen 20 veces más riesgo que los que viven con sus padres biológicos de ser abusados sexualmente por la pareja, y 8 veces más de ser maltratado por ésta. Aún si se casan, la probabilidad de que esto suceda es muy alta y sobre todo las niñas que viven con un padrastro aumentan en un 60% su riesgo de ser violadas por éste. (7)

Inclusive los jóvenes que han habitado con padres en unión libre tienen un riesgo mayor de involucrarse en actividades criminales.

Es claro que la pobreza, violencia, inseguridad, y discriminación que rodean la realidad de las madres que optan por vivir en unión libre, en comparación con las que están dentro de un matrimonio, merman su vida y la de sus hijos, llevando a éstos a condiciones que los empujan a repetir los patrones y hábitos que los han rodeado.
 
 
 

Por todo esto, se puede ver que la unión libre no es una dinámica de pareja segura, sobre todo para la mujer y mucho menos para la mujer madre y la mujer niña.
 
 

El matrimonio, con todos sus aspectos positivos y negativos, es todavía ahora, una inversión de vida para la mujer madre y un efectivo instrumento de salud pública para la comunidad.

 Por Ana Elena Barroso




(4)          idem

(5)          idem

(6)          idem

(7)          idem

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