En las últimas reuniones sobre la mujer dentro de la Organización de las
Naciones Unidas ONU, incluyendo Beijing+20 del 2013 ,se levantaron nuevas voces
para aportar una visión revolucionaria sobre equidad de género incluyente, como
respuesta a la persistente violencia y segregación de la mujer en la mayoría
las culturas y modelos económicos a pesar de los esfuerzos internacionales por
erradicarlos.
Han sido jóvenes y jovencitas iberoamericanos los que han propuesto una
nueva forma de considerar las relaciones de género donde la incorporación del
hombre a la ecuación es central.
En la declaración “Mujeres del mundo” estos jóvenes presentaron, con el
respaldo de 170 organizaciones de 70 países, varios puntos donde optan por “promover
la complementariedad con el hombre para acabar con el círculo de violencia y de
asumir juntos, la tarea de desarrollo humano integral (educación, asistencia de
salud)”de acuerdo a la Lic. Cristina
Ferrer, del grupo “Global Leadership
Program Be WoMan”.
“Esta iniciativa puesta en marcha por Profesionales
por la Ética (España) en coalición con Construye, IPF, Mujer, Madrey
Profesional y Be WoMan,busca expresar a los políticos del mundo que existe otra
manera de ver a la mujer, diferente a la
que en los últimos 20 años se intenta promover con la Agenda del Género”,
comenta la Directora de Comunicaciones del grupo.
Esta Declaración,que ya fue presentado ante el
Parlamento Europeo en Bruselas y la CSW de la ONU en Nueva York, “incluye las
10 ideas fundamentales que reconocen tanto la dignidad de la mujer como su
aportación en la sociedad actual, así como las 5 demandas básicas que buscan
transformarse en acciones políticas promovidas por los países miembros de la
comunidad global,” indica la Lic. Ferrer.
DECLARACION WOMEN OF THE WORLD
Nosotras, las Mujeres del Mundo, declaramos que:
I. Los hombres y las mujeres necesitan redescubrir
y afirmar su identidad y complementariedad en beneficio propio, de la familia,
del mercado laboral y de la sociedad en su conjunto.
II. Existe la identidad femenina que se desarrolla
en su plena dimensión en complementariedad y reciprocidad con el hombre.
III. La mujer aporta una contribución singular a la
estabilidad de la familia, el mundo laboral, la sociedad y el bien común.
IV. Se debe desarrollar el papel diferencial de la
mujer en la sociedad sin discriminación, violencia o explotación.
V. La maternidad tiene un valor y una dignidad
única e irremplazable.
VI. Hoy en día, las mujeres son discriminadas en
occidente en y por razón de su maternidad.
VII. La maternidad supone una ventaja indiscutible
para la mujer en el mundo laboral y un beneficio para toda la sociedad.
VIII. La maternidad y la dedicación de la mujer a
la familia no merman su crecimiento personal o intelectual, sino que muy al
contrario suponen una consolidación de su personalidad y el desarrollo de su
identidad femenina.
IX. El trabajo en el hogar y la dedicación
exclusiva o prioritaria a la familia suponen un valor social y económico
indiscutible.
X. La auténtica emancipación femenina consiste en
la libertad de ser realmente una misma, en ser mujer en términos de mujer.
Por ello exigimos:
1. El reconocimiento universal y el respeto de la
identidad femenina, su dignidad y la auténtica igualdad entre el hombre y la
mujer en su complementariedad y reciprocidad.
2. Políticas internacionales de defensa de la
libertad de elección de la mujer, lo cual implica la auténtica conciliación de
la vida familiar y laboral.
3. El reconocimiento en la legislación
internacional del valor del trabajo silencioso y, aparentemente invisible, de
la mujer en su familia y el tratamiento del término “dedicación exclusiva a la
familia” como categoría laboral.
4. La creación de un marco de políticas
internacionales de protección de la mujer trabajadora que tiene o quiere tener
hijos o que está dedicada parcial o exclusivamente a su familia y la denuncia
de cualquier tipo de discriminación contra ellas.
5. La prohibición universal de la maternidad
subrogada por constituir una violación de la dignidad tanto de la madre como
del niño. Dicha práctica es una nueva forma de explotación de la mujer y de
tráfico de personas que convierte a los niños en un producto comercial.
¿Será que los jóvenes ven algo más que nuestra
generación ya no nota? No tendremos que mirar un poco más como ellos las
aspiraciones de un mundo mas equitativo, pero sin perder nuestra identidad
propia?
Material para reflexionar. ¿Y tú que opinas?
Por Ana Elena Barroso
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