Los enfermos
y necesitados se acercan a Jesús para ser tocados por Él: Al
encontrarle a la orilla del mar, le dijeron: - Rabí, ¿cuándo has llegado aquí?
Jesús les respondió: “En verdad,
en verdad os digo:
Vosotros me
buscáis, no porque habéis visto señales, sino porque habéis comido de los panes
y os habéis saciado. Obrad, no por el alimento perecedero, sino por el alimento
que permanece para vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre, porque a
éste es a quien el Padre Dios ha marcado con su sello.
Jesús ha tomado todo
lo que le ofrecían y les ha dado de comer. Ha curado a muchos. Ha saciado su
necesidad concreta. Ha obrado milagros sorprendentes. Lo buscan porque Él tiene
respuestas para ese momento inmediato.
Los que habían comido pan y peces en abundancia,
no buscan hoy a Jesús porque necesiten estar a su lado. No necesitan su amor
paternal y su misericordia. No quieren su abrazo, ni su mirada. Quieren más
milagros. Quieren lo que necesitan. Lo siguen porque han comido y vuelven a
tener hambre. Les falta una mirada más trascendente.
A veces nosotros vivimos así. Buscamos
la persona que nos dé soluciones, aquel que parece tener la varita mágica para
cambiar nuestra vida.
Tenemos necesidades concretas. Buscamos soluciones
concretas. Buscamos milagros concretos. Queremos soluciones inmediatas. A veces
nos apegamos así a Jesús cuando da respuesta a nuestras necesidades inmediatas.
Queremos milagros. Nuestra oración está llena de preocupaciones y anhelos.
Nuestra oración es de petición exclusivamente. Somos cristianos que sólo piden
y no dan nada. Somos consumistas religiosos.
No buscamos a Dios para darle las
gracias, para alabarle, para darle gloria, no lo buscamos para reconocer su
grandeza, para mostrar nuestra pequeñez, no lo buscamos para ponernos a su
servicio y ofrecernos para que haga con nosotros lo que Él quiera. Y Él solo nos pide: Dadle vosotros de
comer. Eso es lo que nos pide. Y nosotros sólo lo buscamos con el
corazón inquieto y pedigüeño. Del texto del P Carlos Padilla en Religión
en Libertad, 03/08/2015.
“Jesús mío,
soy tu creatura, sin Ti no puedo nada, contigo puedo todo…por eso te amo, te
doy gracias te alabo, te bendigo…Ayúdame Señor a tener siempre esa actitud y a
no solo pedirte para que me concedas las cosas que yo quiero; a acatar Tu
voluntad en mi y a llevar con alegría todo lo que Tu depares para mi…”
Por CUCA RUIZ
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