Ya hace una
semana que termino el Congreso Eucarístico en la Ciudad de Monterrey, en la que
se reunieron obispos, Teólogos y sacerdotes a analizar todas las virtudes y
ventajas que nos da por ese amor infinito que Jesús nos tiene y se inmola
diariamente por amarnos tanto y acompañar-nos en nuestro diario caminar por la
vida, Dándose El diariamente en cuerpo y sangre a nosotros . Diciéndonos que no
estamos solos, El nos acompaña e inclusive penetra en nosotros fortaleciendo
nuestro espíritu.
Ha habido muchos
puntos de reflexión y admiración sobre el tema.
Aparte de hechos
insólitos y conmovedores; Les contare uno, el día que salió el Santísimo en
procesión a recorrer las calles que unían la sede en Fundidora para ir al Museo
de Historia y tener allí una adoración al Santísimo .
Al ir pasando
por las calles la gente salía primero por el ruido y luego se asombrada a ver porque iba tanta gente, al
notar la presencia de Dios se arrodillaban y muchos lloraron, tal vez de
alegría de ver que su Señor se acercaba a sus hogares o tal vez pidiendo perdón
por mantenerse lejos, u otros tal vez por sentirse pecadores!.
¿Tu que habrías
pensado ante este hecho?
Por María del Pilar
Barroso Losada
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