Lo inesperado y lo sorprendente acaba de suceder: El huracán
Patricia, el más fuerte registrado en la zona del Océano Pacífico, rompiendo
los records de presión barométrica y vientos de hasta 200 millas por hora , ha entrado
a tierra mexicana sin hacer daño mayor ni pérdidas humanas. En cuestión de
horas ha pasado de ser un huracán categoría 5 a ser mera tormenta tropical.
¿Qué sucedió? ¿Cómo explicar algo así?
La unión y la oración….esa poderosa combinación que ya ha
salvado a nuestro país de desastres naturales y humanos en múltiples ocasiones,
ha sido una causa mencionada hasta en la cadena CNN de noticias.
Desgraciadamente se nos olvida rápido y la usamos poco.
Esta unión y oración debería ser más común entre nosotros, especialmente
los católicos creyentes.
Junto con Patricia, otro “huracán” ha movido y removido a
los católicos de este país. Un encuentro único en la historia de nuestro país:
El Encuentro Juntos Por México, que conmovió
a miles de laicos también en estos días.
Reunidos en Puebla, miembros de 60 movimientos católicos de
México reflexionaron sobre la labor de éstos dentro de la Iglesia y se
cuestionarion la forma en que trabajan
estas organizaciones que buscan compartir la fe católica.
Motivados por personalidades como Emmanuel y Eduardo Verástegui que compartieron su testimonio de vida y sus consejos para hacer más Iglesia, los asistentes sintieron por primera vez la experiencia de verse rodeado de miles de mexicanos compatriotas que comparten sus ilusiones y proyectos de construir una civilización de paz y amor.
El común denominador de los expositores fue la supremacía
del Espíritu sobre formas y procedimientos. Así lo expresó Mons. José Ma. Celli, Pdte. del Pontificio
Consejo para las Comunicaciones, que envió
un video mensaje en donde dice que: “La Iglesia no se comunica con anuncios
publicitarios, se comunica contagiando al otro; de esta manera el desafío de
todos los Movimientos es que México sea contagiado, mediante el diálogo
respetuoso y el testimonio personal de los valores profundos que tanta falta
hacen en la sociedad.” (1)
Se reconoció , por fin, la necesidad que la Iglesia tiene de
la labor de los laicos y de la cual, se encuentra agradecida. En palabras del
Obispo auxiliar de Puebla, Mons. Felipe Pozos Lorenzini: ”Nosotros no somos nada sin ustedes los
laicos, gracias por su alegría y por su labor, principalmente la de la oración
para trabajar juntos por el Reino de Dios”.(2)
Y para coronar la esperanza que este Encuentro encendió en
los participantes se les invitó a unirse a promulgar un manifiesto firmado por
los 60 movimientos:
“…anunciamos a la opinión pública que contribuiremos, de
manera particular y organizada, en todos los espacios públicos posibles, para
construir una sociedad en la que se promueva la justicia y la paz así como la
igualdad de oportunidades…”
Se lanzó también la Red de Voluntariado Católico y la Red de
Redes para trabajar en acciones concretas por los más necesitados y para
fomentar valores y unidad en las redes sociales.
Es un paso inicial, pero de una enorme trascendencia para un
pueblo como el mexicano que ante la necesidad del otro, derriba prejuicios y
obstáculos para echar la mano al otro, como lo hemos hecho en este huracán y en
tantos sismos e inundaciones.
Es tiempo de que los laicos católicos nos echemos la mano
unos a otros en este país azotado por la violencia, la erosión de los valores,
la corrupción y la injusticia, que son huracanes que matan la esperanza del
alma, y nos condenan a la inanición espiritual.
¡Vale la pena unir esfuerzos y formarse en la fila de estos voluntarios! Ingresa a:
www.juntospormexico.org.mx
Para enterarte cómo formar parte de este grupo que
reaviva nuestro grito aquel de:
¡México siempre fiel!
Por Ana Elena Barroso
(2)
IDEM
Comentarios
Publicar un comentario