Al asentarse el polvo de la visita del Papa y bajarnos del remolino de emociones que experimentamos todos al verlo pasar, verlo besar y abrazar a todo mundo, sonreír, bromear ¿Qué nos queda de todo esto? ¿Qué quiso transmitirnos el Papa con todas sus expresiones cercanas como la de la “Cariño-terapia, el “echarle ganas" , además de todo su cariño, cercanía, sinceridad y compasión?
Tratar de hacer un resumen sería imposible. Todas sus frases
y mensajes tienen una riqueza y adecuación a nuestra realidad humana increíble.
Lo que si podemos es tratar de encontrar el mensaje de fondo que trajo su
caminar a esta tierra azteca en estos pocos días.
Desde el recorrido que escogió, empezó a enseñarnos que es
lo importante en la vida: las personas. Y además, quienes son los importantes
en una cultura de paz y amor pues no buscó a los políticos , ni magnates, ni
influyentes o académicos, sino se acercó a los indígenas, pobres, presos,
migrantes, familias, enfermos, niños, discapacitados y jóvenes.
Al tocar los grandes problemas que aquejan a nuestra nación
en sus discursos y homilías no disertó sobre programas sociales ni políticas públicas,
sino sobre lo que hay dentro de cada corazón de las personas. Los consejos que
compartió no fueron sobre planeación, presupuestos u objetivos sociales sino
sobre el cambio y la conversión que el corazón de cada uno puede y debe
realizar para alcanzar la felicidad
personal, independientemente de la situación en la que se encuentre, y por ende
alcanzar la paz de la comunidad y del país.
¡Una manera muy fresca y novedosa de mirarnos a los
mexicanos! ¡Nos miró como nadie nunca nos ha mirado: desde el corazón! Y se
asomó al nuestro para curar las heridas y abrazar nuestras tristezas. Las sacó
al aire para poder mirarlas a la luz junto con él
Las soluciones que propuso se basan siempre en el principio
de buscar el encuentro con el otro y mirar su riqueza y no solo los errores. Vemos
como habla a los diferentes grupos sobre su propia problemática y toca, cada
vez, la raíz interna de estos: la deshumanización de las personas. Pero siempre
con la vista puesta en el futuro y las posibilidades que se abren delante y la
esperanza de que cada persona puede cambiar, para mejorar el mundo.
¿Podremos alcanzar a ver lo diferente de su propuesta sobre
la raíz y la solución a los problemas de nuestro país? ¿O lo echaremos en saco
roto porque nos toca a nivel muy personal?
Con la gravedad de lo que nos acontece, ya no podemos darnos
el lujo. Nuestro país está enfermo de
falta de humanidad y el médico ya
prescribió el remedio: la conversión del corazón y salir al encuentro.
Por Ana Elena Barroso
@mujer_catolica
Tiene razon en sus comentarios , el papa vino a animarnos a vivir nuestro cristianismo completo, dando amor, y comprension a los que sufren y no conocen a Dios
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