LA RIQUEZA ATEMPORAL QUE RECUPERA AMORIS LAETITIA


 
 

La tan esperada Exhortación sobre la familia y el matrimonio del Papa Francisco es un documento que revela no solo la profundidad y necesidad de la reflexión sobre esta realidad humana que tanta discusiones ha provocado en las últimas décadas, sino también la centralidad  con que la Iglesia considera y trata a  esta célula por su importancia en la vida de la humanidad, de la Iglesia misma, y lo más importante, en la vida de cada uno de nosotros.

 
 
A muchos puede parecer que esta exhortación es del Papa que solo reacciona para condenar, imponer o limitar sobre el matrimonio y la familia, y solo porque ha sido objeto de manipulación cultural en nuestro tiempo. Pero la realidad es que la familia y su problemática ha estado presente en la historia de la Salvación desde el Antiguo y después en el Nuevo Testamento, donde la misma  Sagrada Familia fue pobre, con un embarazo inesperado, desalojada, trabajadora, perseguida, e inclusive migrante.

Además a través de la historia de la Iglesia su importancia ha sido recalcada de diferentes maneras y en forma colegiada por parte de sus pastores. Durante el Concilio Vaticano II , la Iglesia dedicó gran parte de su esfuerzo en comprender la naturaleza de matrimonio y familia, identificando su característica central: EL AMOR.  En uno de los documentos resultantes, GAUDIUM SPES, se denotaron 3 características esenciales: ALIANZA, UNIDAD y FECUNDIDAD.

Después Pablo VI, en 1968, con la HUMANAE VITAE reafirma la dignidad de la vida humana y de los padres como coautores de esa vida.
 
 

 En 1981, San Juan Pablo II, el Papa de la Familia, trabajó el tema con los obispos durante el V Sínodo Ordinario de Obispos y publica FAMILIARIS CONSORTIO. Además de predicar 129 catequesis sobre el tema de matrimonio y cuerpo durante las audiencias de los miércoles que ahora se han recopilado en lo que se llama la “Teología del Cuerpo”.
 

Y esta exhortación del Papa Francisco no es distinta. Es el resultado de 2 años de trabajo eclesial global, a través de encuestas directas a los sacerdotes cuyas respuestas se recopilaron y analizaron durante el III Sínodo Extraordinario de Obispos del 2014, convocado por el Papa específicamente para este fin. El trabajo se siguió después durante el XVI Sínodo Ordinario de Obispos del 2015 del que se derivó la redacción de la exhortación AMORIS LAETITIA que ahora tenemos a nuestro alcance.
 
 

Todo este contexto nos deja ver la riqueza que este documento trae en su interior y la sabiduría de miles de años y personas que sus líneas tratan de transmitir. Nos provoca a leerla como el Papa Francisco ha pedido que se lea: despacio y con el gusto de la novedad que brinda, una novedad de carácter pastoral y no doctrinal, como muchos críticos de la Iglesia esperaban que fuera. Esperaban que fuera elemento de división y deconstrucción, pero lo que encontrarán es una valiente presentación del valor del matrimonio cristiano y la familia para el mundo moderno y que el Papa mismo resume en la siguiente frase:

“La familia no es el problema,
la familia es la solución.” (1) 
 Papa Francisco

 

Por Ana Elena Barroso   


 

 

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