
En la actualidad la migración forzado de millones de
personas que huyen de sus hogares, forzados por la violencia y el peligro, y
que ingresan en calidad de refugiados a otros países o regiones es considerada
una de las mayores tragedias humanitarias de la historia. Entre las más
afectadas por esta situación, que da señales de no ceder pronto, se encuentran
las mujeres y sobre todo las cristianas que sufren doble persecución, acoso y hasta
vejaciones por su condición de mujer y de creyente. Las comunidades cristianas,
incluida la Iglesia Católica están construyendo puentes de ayuda y vías
políticas para dar solución en algunos de los puntos más marcados por este
horror.
De acuerdo al registro realizado por la asociación cristiana
Open Doors de Gran Bretaña e Irlanda, solo el número registrado de cristianos
obligados a refugiarse al ser perseguidos por su fe ha ido en aumento en estos
últimos años de 2,123 en 2013 a 7,100 en 2015. Las principales zonas afectadas
Medio Oriente, África y Corea del Norte (1) .Sumando a éstos están los
católicos asesinados que la agencia FIDES reporta del 2000 al 2015 a nivel
mundial y que llegan a 396 agentes pastorales, incluyendo a 5 obispos.(2)
Aunque el caso más reportado en los medios de comunicación
es la masiva huida de personas es Siria, la realidad es que, para los
cristianos, la situación es más severa en Nigeria y la República de África
Central donde dictadores y problemas tribales han cobrado miles de vidas y se
han ensañado en forma cruenta contra las mujeres.

En estos frentes, las mujeres se ven triplemente afectadas.
Primero por la falta de libertad al practicar su religión dentro de su
comunidad e inclusive dentro de su familia, que las hace sufrir desprecio, violencia
doméstica y hasta ejecución por honor. Segundo, al volverse instrumento de
tortura y víctimas de violencia sexual, que se usa como estrategia de
sometimiento de pueblos enteros, como es el caso de Nigeria y Boko Haram.
En
este caso, el golpe es doble para la mujer, porque después de ser torturada y
violada, es mal recibida y despreciada en su propia comunidad por lo que ha
vivido .Tercero, al recibir un trato de nivel más bajo y degradante que las
mujeres musulmanas en países de tradición islámica, donde se intensifican los
abusos a mujeres y sus hijos por ser cristianos. Tal es el caso de Irán, Arabia Saudita, Pakistán y Egipto.
Ante esta terrible ola de odio y destrucción, la Iglesia Católica
se ha reunido con diferentes grupos de cristianos para hacer frente unido. El
último fue en Noviembre de 2015 en Tirania, Albania a la que asistió la
Hermandad Mundial Pentecostal, la Alianza Mundial Evangélica y el Consejo
Mundial de Iglesias. Ahí todos se comprometieron
a “escuchar más ,rezar más, defender más y hacer más.” (4)
Además el Papa Francisco, con su visita a los campos de
refugiados en Grecia este año, llevó consigo a 3 familias Musulmanas refugiadas
para regresar a Roma en su avión, ha hecho más visible la actitud caritativa
que debe tener todo católico, que ayuda sin rencor y sin distinción. (5)

Los cristianos, y en especial los católicos, muchas veces
miramos de lejos este panorama y nos sentimos impotentes para ayudar. No debemos
quedarnos con los brazos cruzados. Ya existen formas de hacer llegar ayuda a
nuestros hermanos cristianos y católicos desde nuestro país.
Aquí algunos datos que te pueden ser de utilidad para hacer
llegar la ayuda que tanto necesitan nuestros hermanos perseguidos alrededor del
mundo:
(55) 4161 3331
C/ San Juan de Dios, 222 C
Colonia Villa Lázaro Cárdenas
Delegación Tlalpan C.P.14370,
México D.F.
Sede Social:
Conferencia del Episcopado Mexicano,
México D. F.
Donativos
INBURSA
50028265021 / 036180500282650219
BANCOMER
0196372457 / 012180001963724576
Banamex
Sucursal 7006 / Nº de Cuenta 6995141
Por Ana Elena Barroso
@mujer_catolica
(4)
IDEM
Comentarios
Publicar un comentario