Entramos en el mes de noviembre con la fiesta de
“Todos los santos”. Esta fiesta la celebra la Iglesia católica desde tiempos
muy antiguos. Por el año 800, Alcuino (teólogo y sabio inglés 735-8o4, figura
prominente del Renacimiento y colaborador de Carlomagno) tenía ya la costumbre
de celebrar el primero de noviembre “la
solemnidad santísima de todos los santos” a la que precedía un triunfo de ayuno
.Alcuino estaba al tanto de que su amigo Arno, obispo de Salzburgo, celebraba
también dicha fiesta, puesto que Arno
había presidido poco tiempo antes un
sínodo en Baviera, donde se había incluido esta fiesta en la lista de las
celebraciones. También hay noticias de que un cierto personaje llamado
Casiulfo, por el año 775, pidió a Carlomagno que instituyese una fiesta
precedida por un día de vigilia y ayuno en honor de la Trinidad, de la Unidad,
de los ángeles y de todos los santos.
El calendario
Bodley ( Ms. Digley 63, siglo IX, Inglaterra del Norte ) designa como una de
las fiestas principales a la de Todos los Santos, fijada para el primero de
noviembre. Según parece la influencia de las Galias fue lo que movió a Roma a
adoptar esta fiesta. Y tenemos un dato, aún de tiempo muy lejano, año 1 610, en
que en ese día el Papa Bonifacio IV dedicó el Antiguo Panteón a Santa María, a
los mártires y a los santos.
Y ¿Quiénes
son los santos?. Todos los santos no son tan solo los que conocemos por su nombre : mártires, confesores,
vírgenes, reyes, princesas, ricos, pobres como San Francisco de Asís, como San
Martín de Porres de origen mulato y humilde lego de su convento, por solo citar
a dos y que veneramos en los altares. Santos son todos los que ya están en la
presencia de Dios.
Así como
el día 2 de este mes está dedicado al recuerdo de los difuntos como tales, es
decir, a los muertos. El día primero es una fiesta en que Dios constituye el
objeto supremo de adoración y es a El la
que va dirigida finalmente la veneración que tributamos a sus siervos, pues El
es, el dador de todas las gracias.
Así
nuestras oraciones a los santos, que pueden ser nuestros padres, nuestros
hijos, nuestros hermanos o hermanas, esposos o esposas y demás familiares y
amigos, tiene el objetivo de alcanzar
que intercedan por nosotros ante Dios. A la vez que también pedimos, acudiendo
a la misericordia del Todo Poderoso, que
estos seres queridos, habiendo recibido
el perdón de sus culpas, estén en los brazos del Padre Eterno.
Es el
mes de noviembre un mes que, por ese sentimiento especial que llevamos en el
alma, donde la tristeza deja más huella que la alegría, lo dedicamos a la
“muerte”.
Pensamos en los que
se fueron, vamos al panteón, a los nichos que guardan sus cenizas, y los
cementerios se llenan de flores y hay lágrimas y veladoras.
México por excelencia,
tiene una tradición de festejos y ritos: altares con las fotografías de los que
ya no están …donde se les pone todo aquello que les agradaba, también su comida
predilecta, figuras representativas de la muerte, esqueletos, cruces y en el
comal el incienso del copal que huele a rica y hermosa tradición … y
México sobresale en el resto del mundo,
para conmemorar su DÍA DE MUERTOS.
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