PARADOJA DEL 2017 MODERNO: LAS ARMAS LLEGAN A TODOS LOS RINCONES DEL PLANETA PERO LA COMIDA NO, PAPA FRANCISCO
En esta época moderna
en la que las comunicaciones y los trasportes han progresado como nunca antes
en la historia y en que el comercio e intercambio entre las naciones es más boyante,
se presenta una paradoja que evidencia la necesidad del desarrollo humanitario
y espiritual de cada hombre para lograr el desarrollo sustentable para todos: el
hambre que sufren todavía millones de personas en el planeta.
¿Dónde está el
problema? ¿Por qué hay hambre en muchos rincones del mundo, ese mundo moderno y
comunicado?
Al parecer el
centro del problema no está en la cantidad de alimento sino en la distribución.
Mientras en los países desarrollados se desperdicia casi un tercio de los alimentos
que se producen, en los países pobres los insumos no llegan. (1)
Aunque en los
últimos 25 años, según la FAO, se ha reducido el hambre a la mitad en zonas de América
Latina y el Caribe, existen zonas muy castigadas por el hambre, ya sea por
pobreza, cambio climático o guerras. (2)
Inclusive, el Papa
Francisco, en su visita a la FAO, ha señalado la “extraña paradoja” de que las
armas si llegan a las zonas de guerra pero la comida no. En su esfuerzo de
hacer de la seguridad alimentaria uno de los ejes de su Papado, ha resaltado lo
perverso de estas dinámicas al hacernos ver que:
"Como resultado, se alimentan las guerras, no a las personas. En algunos
casos el hambre misma es usada como arma de guerra"(3)
Los grupos de
la sociedad civil que ya se han puesto a trabajar en hacer conciencia sobre la
gravedad del problema han indicado que con lo que se desperdicia se podría
alimentar a casi 2 mil millones de personas en el mundo. (4)
Pero la raíz profunda
de este desastre alimentario se puede encontrar en el hombre mismo, dentro de
su corazón, en la cultura de lo desechable que impera en nuestra manera de consumir y cubrir
nuestras necesidades, pero sobre todo en nuestra manera de relacionarnos con el
otro: Lo que no se necesita se tira, incluyendo a las personas. Si no me eres útil, te abandono o elimino.
La fe católica,
siguiendo las enseñanzas de Jesús, ha enseñado a los creyentes la importancia
de la utilización prudente y sobria de las cosas materiales además de la
riqueza que se produce al compartir lo propio, hasta el grado de multiplicarse
por el simple hecho de no acaparar.
Es tiempo de
reconsiderar y promover estas enseñanzas para ir a la raíz de un problema y la
solución de esta paradoja que se ha tratado de resolver sin mucho éxito.
Si e interesa
el tema y poner manos a la obra para hacer conciencia en tu propio entorno, aquí
te dejamos datos de algunas iniciativas mundiales de “no al desperdicio”:
Por:Ana Elena
Barroso °mujer_catolica
(3) http://www.elfinanciero.com.mx/mundo/paradoja-que-lleguen-mas-las-armas-que-los-alimentos-papa.html
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