El mundo nos empuja. Aturdidos corremos
sin parar. Empieza el día y la angustia de las prisas nos consume y cuando
termina el día una fatiga especial se incrusta en nuestro ser y ya no damos
para más. Pero el hombre tiene algo más que hacer.
Está comprobado que el ser humano tiene
tanta necesidad y urgencia de alimento espiritual como corporal.
De ahí la razón imprescindible de buscar
algo que no nos haga caminar o correr con los ojos puestos en la tierra ,en lo
material y encontremos unos momentos( que es muy poco) UN GRITO DE ANGUSTIA, UN
PEDIDO DE AYUDA. para dedicárselos a Dios por medio de la oración. Decía Santa
Teresita del Niño Jesús en una simple respuesta de lo que es la oración:
" La oración es un impulso del
corazón, una sencilla mirada al cielo, un grito de reconocimiento y de amor
tanto desde dentro de la prueba como desde dentro de la alegría".
¿ Y por qué los hombres y mujeres ya no
rezan?. Los jóvenes porque piensan que es un acto" pasado de moda",
los adultos porque, como acabamos de decir, no tenemos tiempo, corremos
demasiado y los más viejos porque se les ha enfriado el corazón y, aquejados de
malestares propios de su edad, solo se miran a sí mismos y no tienen mas que
ese afán.
El famosísimo médico y filósofo francés
,Alexis Carrel ,Premio NOBEL 1912, investigador sobre los trasplantes de los
tejidos y con un libro universalmente conocido, "La incógnita del
hombre" interesante y valioso. Dice así. - "La plegaria configura
esencialmente una tensión del espíritu hacia el substratos inmaterial del mundo
En líneas generales consiste en una
queja, en un grito de angustia, en un pedido de ayuda. A veces se convierte en
una serena contemplación del principio inmanente y trascendente de todas las cosas. Asimismo puede definírsele como
una elevación del alma hacia Dios.
Como un acto de amor y adoración hacia
aquel del que proviene la maravilla que es la vida. De hecho, la plegaria
representa el esfuerzo del hombre para comunicarse con un ser invisible
,creador de cuanto existe, suprema sabiduría, fuerza y belleza, Padre y
Salvador de cada uno de nosotros.
Los simples sienten a Dios con tanta naturalidad como el calor
del sol o el perfume de una flor. Empero ese Dios, tan abordable para aquel que
sabe amar, se oculta a quién no sabe
sino comprender.
El cristianismo puso a Dios al alcance del
hombre. Le dio un rostro. Se convirtió en nuestro Padre, nuestro Hermano,
nuestro Salvador. Al trasformarse en hábito la plegaria comienza a actuar sobre
el carácter. El contacto con Dios impregna paz."
Muchos otros conceptos valiosos
encontramos en el escrito de este autor de " El poder de la
plegaria".
La oración o plegaria no tiene que ser
complicada. Ha de ser sencilla y natural. Ha de brotar del corazón . En la
búsqueda y la necesidad de encontrar a
Dios, la oración es el medio propicio para ello.
Dios busca al hombre, lo llama y en la
plegaria está la respuesta del hombre a
Dios. Sea corta o larga, sencilla o elevada, la plegaria debe ser algo parecido
a la conversación de un niño con su padre. También las fórmulas recitadas
muchas veces maquinalmente son, de alguna
manera, una plegaria.
Si tenemos tiempo para tantas cosas ¿ cual
es la razón para no tener tiempo para Dios? Tal vez sea porque en el
subconsciente existe un miedo de
entablar una relación con El, porque esa relación nos compromete a un cambio en
nuestro cómodo estilo de vida.
"Piensa en Dios más a menudo de lo que
respiras", decía el filósofo griego Epicteto. Y no olvidemos, ya que
tenemos vida, sea el momento propicio para ello. Si no tenemos costumbre de
orar, empecemos HOY.
´POR MARÍA
ESTHER DE ARIÑO
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