SEXO EN LA ERA MODERNA Y LIBERADA: DE VIEJO TABU A NUEVO TABU


 

El sexo en diversas culturas de siglos pasados había permanecido oculto como  un tema tabú. Los movimientos liberales nos aseguraron que eso traumaba, causaba numerosos problemas y provocaba infelicidad. En esos tiempos pudo haber algo de cierto en que la omisión de la preparación para una sexualidad sana afectara a millones de personas en sus vidas.

Pero, a pesar de la aceptación final de la revolución sexual que sucedió más adelante, hoy la actitud hacia el sexo y el placer sexual libre de las nuevas generaciones de milenials  de países desarrollados y progresistas nos está revelando secretos ocultos sobre este aspecto de nuestro ser y que han surgido del fondo del corazón humano.

En países como Japón, el sexo ha disminuido, inclusive los jóvenes llegan a evitarlo voluntariamente. En estudios hechos muestran que casi la mitad de las mujeres jóvenes se alejan de él o lo desprecian y un tercio de los hombres sienten lo mismo sobre tener intimidad. La satisfacción la buscan ahora en la tecnología. (1)



Dentro de la cultura americana, la confianza minada por el peligro a la exhibición y ridiculización sexual en las redes ha cobrado un precio muy alto. Los adultos jóvenes nacidos en los noventas se encuentran sexualmente más inactivos que la generación que les precedió, y lo han suplido por las borracheras.(2)

 
Los suecos que han sido pioneros en la liberalización cada día mayor de las diferentes prácticas sexuales, están teniendo menos sexo. Y el menor sexo que están teniendo no es tan satisfactorio porque las relaciones que se dan parecen más de “roomies” que de pareja. Estos tipos de relaciones pueden estar germinando por una cultura de “emparejamiento de género” que se basa en eliminación de las características de hombres y mujeres de esos países “trendy”. (3)

Al parecer, en estas dinámicas, la búsqueda ya no gira alrededor del sexo en sí, se nota más bien un formato de búsqueda de instrumentos de evasión, enajenación, y gratificación inmediata sin importar su naturaleza. Rasgos claros de formas que después se vuelven vicios y adicciones.

 

¿No será que el sexo se ha abaratado tanto que se está usando con este fin más que por el que claman los liberales de necesidad básica y urgente?

Algo se vuelve evidente:

El sexo ya no satisface las necesidades de los jóvenes de hoy.

Entonces ¿Dónde pueden encontrar sexo más satisfactorio?

 

 

Para sorpresa de muchos y enojo de algunos, Suecia responde: en las parejas que han tildado de tener “roles más tradicionales”. (4)idem

Además esperar hasta el matrimonio para tener sexo ha demostrado proteger a la mujer y cultivar relaciones más estables.(5)

Y no solo eso, sino que la abstinencia en el caso de los jóvenes se ha encontrado asociada a  mayores beneficios personales, laborales, familiares y de proyecto de vida, incluyendo tener finalmente  mayor libertad y comodidad para externar su preferencia de no ser sexualmente activos, liberándolos de la presión social de una cultura donde la valía de una persona está en el desempeño sexual y físico.(6)

 

Estas experiencias  nos deberían empujar a  ampliar nuestra mirada sobre la sexualidad y su enorme valor para lograr erradicar de verdad el tabú. Se puede ver que la liberalización y trivialización de su práctica solo nos ha alejado del verdadero valor y enriquecimiento que promete y el que la Iglesia ha defendido por décadas.

La fe católica ha insistido siempre: mientras el sexo no adquiera su  importante dimensión autentica dentro de la persona y no sea protegido por el amor y la entrega fiel de un hombre y una mujer, seguirá siendo tabú. Ya ha pasado de tabú amagado y escondido a tabú exhibido manoseado y finalmente evitado.

Por Ana Elena Barroso  @mujer_catolica

 




(4)  Ídem



 

Comentarios