FEBRERO. AMORES Y DESAMORES.


 

 

 

       Rápidamente, con la aceleración habitual con que corren los días de un tiempo a esta parte, nos encontramos con la fiesta del “amor y la amistad”, señalada por el comercio prontamente para que no se nos olvide, con cintas y corazones rojos.

      El día 14, hay festejos para los enamorados y las buenas amistades.

      Es bonito, porque esos sentimientos, enriquecen nuestra vida cuando son sinceros y de buena ley.

      Dicen, y estoy de acuerdo, que la amistad es un gran tesoro para el ser humano que haya podido encontrar en su vida una persona confiable y honesta con la que pueda compartir dolores y alegrías.

 

       La amistad, como una hermosa planta, hay que cuidarla.

 

     
 
 
El amor no se concreta  a un sentimiento, lleva implícita una específica actuación : Buscar el mayor bien para la persona amada.

     

Es diferente el amar y el querer. El que quiere está buscando, quizá sin saberlo, su propia satisfacción. El que ama lo da todo sin esperar recompensa, es por eso que uno de los amores más bellos y perfectos es el de los padres buenos, no hay sacrificio que los detenga para dar amor y bienestar a los hijos, quizá sea ese amor el que más se asemeja al de nuestro Padre Dios por sus criaturas.


 

       El amor de los esposos, como dice San Pablo : “  Es paciente,  no se irrita,  todo lo espera, si perdona, si olvida…” : no acaba nunca.


 

      Ese amor en el matrimonio donde se ama procurando cada uno el bien y la felicidad del otro, ese, es el verdadero amor.

      Hay otros amores pero son caricaturas, falsas copias, mero interés material o sexual… por eso hay tanto fracaso en las relaciones que simplemente  se “etiquetan” con el nombre de amor sin serlo, donde cada quién está buscando su propio interés y conveniencia.
 

      “ Los suspiros son aire y van al aire,
 las lágrimas son agua y van al mar,
dime mujer, cuándo el amor se olvida, 
 ¿sabes tu a dónde va? “
 
 

Asi pregunta Gustavo Adolfo Bécquer en su romántico verso y no lo sabemos… pero si, cuándo el amor se olvida en cualquiera de las escalas :  novios, esposos,  padres, hijos o amigos, duele, y duele mucho.
Y lo vemos y lo oímos en las canciones que nos hablan de amor y desamor y en la trama de las obras literarias y en las películas.

Hay muchas variantes del amor en el corazón humano, lo importante es que esos amores sean donantes a la dicha del ser que amamos



      Hoy los hombres y mujeres tenemos que rescatar desde el fondo de nuestro corazón, el amor a Dios y a nuestros semejantes. Nuestro mundo lo necesita desesperadamente.

     

 

                   Por:  MARÍA ESTHER DE ARIÑO.

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