Son varios los Santos en la Iglesia
primitiva que llevan el nombre de San Valentín, pero el más conocido es un
sacerdote romano que protegió a los cristianos durante la persecución de
Claudio II. Fue detenido y enviado por el Emperador al perfecto de Roma, quien
al ver que todas sus promesas por hacerlo renunciar a su fe, eran ineficaces,
mandó que lo golpearan con mazas y después fue decapitado. Esto, según la
historia, tuvo lugar el 14 de febrero hacia el año 270. Parece que fue el Papa
Julio I quien hizo construir una Iglesia cerca del Monte Mole en memoria del
mártir, la cual por mucho tiempo dio el nombre a la Puerta hoy llamada Porta
del Pópolo, antes Porta Valentina. La mayor parte de sus reliquias están ahora
en la Iglesia de San Práxedes . Este sacerdote romano es el más conocido de
todos los santos que llevan el nombre de Valentín y se le identifica como
obispo de Spoleto y como Patrón de los enamorados
La costumbre sajona de que los jóvenes se
escogieran como prometidos en este día probablemente se basa en la creencia
popular que encontramos relatada en la literatura de los tiempos de Chaucer, de
que los pájaros comenzaban a formar pareja el día de San Valentín y el envío de
tarjetas fue una evolución natural de la costumbre.
El día de San Valentín es día del amor y
de la amistad.
El amor....¡ qué se podrá decir del amor que no se haya dicho ya
!.
En todas la artes, la literatura, la
poesía, la música, pintura, escultura, etcétera, se habla del amor.
Desde aún
niños brota en nuestro corazón el deseo de amar y de ser amados. Y llega el
primer amor .... y en él estamos más felices amando que siendo amados,
embelesados en ese maravilloso sentimiento y nos cansamos de escribir el nombre
de la persona amada en todos los cuadernos y papeles a nuestro alcance ...
Luego el enamoramiento del noviazgo, amando y siendo correspondidos en nuestro
amor. Más tarde el amor en el matrimonio más sosegado, más sereno. pero también
mucho más pleno, los dos seres que se
aman se convierten en uno, sin perder su propia identidad. .
Y hay muchos estilos de amores dignos y
maravillosos. El de la Madre Teresa a los pobres, el amor del sacerdote a su
Iglesia, el amor del Misionero a su entrega, el amor de las religiosas a los
enfermos, a los niños desvalidos, a los ancianos, el amor de los padres buenos
por sus hijos y el de los hijos por sus padres, el amor a la naturaleza, el
amor al prójimo por las almas generosas....
No vamos a hablar en este espacio de lo que algunos jóvenes y parejas
quizá no tan jóvenes que, abandonándose
a sus pasiones, le dan el "nombre de amor" a algo que ni siquiera se
le parece.
" El amor es paciente, es
servicial, el amor no es envidioso, no
es jactancioso, no se engríe. El amor no es egoísta, no se irrita. El amor no
toma en cuenta el mal, no se alegra de la injusticia, se alegra con la verdad.
El amor todo lo excusa. Todo lo cree. Todo lo espera. Todo lo soporta.... El
amor no acaba nunca". San
Pablo:(1.Cor.13, 1-13).
Los que aman así pueden decir que han conocido el verdadero amor.
Podemos hablar mucho sobre el amor y
para llegar a su verdadera esencia tenemos que llegar a Dios. Dios es amor.
Dios es el amor por excelencia. Lo que los hombres y mujeres llamamos amor es
un destello, es un reflejo de esa plenitud amorosa que brota de nuestro Padre
Dios.
FELICIDADES EN ESTE DÍA A TODOS LOS
QUE SABEN AMAR .
POR; MARÍA ESTHER DE
ARIÑO.
Comentarios
Publicar un comentario