El mes de abril está dedicado a
los niños, tal vez sea porque es un mes radiante y luminoso, alegre y florido.
La primavera cabalga en corcel dorado al encuentro del verano. El mes de abril
se parece a los niños y los niños al mes de abril. Ellos son frescos,
espontáneos y limpios. Sus ojos tienen la pureza de los cielos azules, sin
nubes, por eso debe haber un castigo sin paliativo al que ose enturbiar la luz
y el candor de esos ojos. Lo más doloroso de este mundo es la mirada de un niño
triste. Los niños son como las flores, necesitan un riego de constante ternura
y cuidados pero también necesitan la mano que vaya enderezando las ramitas que
al brotar, empiezan a torcerse. El conducir, el guiar a los niños desde que
nacen y darles toda la atención que sus cuerpos y alma merecen y necesitan es
una obligación seria y profunda de todos los padres al traer un nuevo ser al
mundo.
En mis manos tengo algo que
transcribo porque vale la pena. “Como
echar a perder a un hijo “. “ Comienza por dar a tu hijo durante la infancia
todo lo que él quiera, a si crecerá con la falsa idea de que el mundo tiene que
servirle. Cuando diga malas palabras, celébrale el “chiste”, a si creerá que es
muy gracioso y lo estimulará a aprender otras groserías que te sacarán de quicio
en unos años más. Nunca les des educación espiritual espera que tu niño o niña cumpla 21 años para que decida por
ellos mismos. Evita las palabras “malo o pecado”, podrías crearle complejo de
culpabilidad. Recoge todo lo que él o ella deje tirado: libros, zapatos, ropa,
etcétera, para que aprenda bien a dejar toda la responsabilidad a los demás.
Déjales leer historietas, noveluchas, pornografía y cuanta cosa caiga en sus
manos, así su cerebro, lleno de inmundicias se desarrollará sin “prejuicios”.
Dales todo el dinero que te pidan y cúmpleles todos sus caprichos, al
negárselos podrías crearles un complejo de frustración. Ponte siempre de su
parte contra los vecinos, profesores,
amigos, y cuando llegue el caso, contra la policía, todas estas personas
le tienen “mala idea” a tus hijos. Después de seguir todas estas instrucciones
prepárate para una vida llena de tranquilidad. “. Esto es todo lo que el texto
decía.
Por todo esto el amor no hay
que confundirlo con la tolerancia a todo lo que diga o haga el niño o la niña.
También hay que tener mucho cuidado con los amiguitos o amiguitas. Ojo crítico
y alerta para ver el entorno de nuestros hijos. A qué les gusta jugar, cómo
juegan, cómo se tratan entre ellos y a si poder retirar a tiempo amistades
dañinas. En sus juegos, sus maneras y sus convivencias podemos apreciar si son
egoístas o generosos, rencorosos o si saben olvidar y perdonar, si está
queriendo brotar la nociva planta de la envidia, si son caprichosos,
berrinchudos, si no aceptan una razón ni saben acatar un mandato razonable, si
su corazón es noble y no gusta de engaños y mentiras, en fin, es el momento de
que con suavidad pero con firmeza los vayamos encauzando por el camino del
bien, de los valores y, por ende, de su propia felicidad.
Bendita la casa y la
familia donde hay un niño o una
niña. Desde este espacio y con todo el
amor ¡felicidades a todos los niños !.
Por: MARÍA ESTHER DE ARIÑO.
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