El trabajo es un derecho fundamental; y un bien para el hombre,
por medio del cual ejerce su libertad, le permite expresar e incrementar su
dignidad humana. El estado, debe garantizar este derecho para cada individuo. En
México la Constitución Política así lo refiere en su artículo 123. La
Secretaría del Trabajo y Previsión Social, como dependencia del Poder Ejecutivo
Federal, tiene a su cargo el desempeño de las facultades que le atribuyen la
Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, la Ley Federal del Trabajo,
otras leyes y tratados, así como los reglamentos, decretos, acuerdos y órdenes
del presidente de la República. 1
En el año de 1923 siendo presidente de México el general Álvaro Obregón, se acordó oficialmente que el primero de Mayo fuese una celebración donde los obreros manifestaran mexicana y a partir de 1925 con el presidente Plutarco Elías Calles, se decide que cada primero de Mayo se celebraría el Día del Trabajo.
En el año de 1923 siendo presidente de México el general Álvaro Obregón, se acordó oficialmente que el primero de Mayo fuese una celebración donde los obreros manifestaran mexicana y a partir de 1925 con el presidente Plutarco Elías Calles, se decide que cada primero de Mayo se celebraría el Día del Trabajo.
El trabajo es deber personal; Es un medio para el desarrollo
integral de todas sus facultades, inteligencia, conciencia y voluntad, pues no
es objeto del trabajo, sino sujeto del trabajo, no es el hombre para el trabajo,
sino el trabajo para el hombre, pues lo perfecciona, así como a la sociedad,
buscando el orden social. Por el trabajo el hombre se asocia, organiza,
participa y relaciona, crece por el logro de metas y proyectos, personales y de
conjunto, domina y encausa sus emociones y pasiones. No solo como medio para
adquirir bienes materiales.
El trabajo tiene también una
dimensión social. Para el ordenamiento económico orientado a la justicia y al
bien común. Trabajar con otros y para otros, en un ganar, ganar, para alcanzar
niveles satisfactorios de ocupación y gratificación económica digna, que le
permita conseguir su legitimación humana, y la justa dignidad, paz social,
ejercicio de la democracia, participación política. Así mismo los frutos del
trabajo son ocasión de intercambio, de relaciones y de encuentro. El trabajo,
por tanto, no se puede valorar justamente si no se tiene en cuenta su
naturaleza social, ya que, si no existe un verdadero cuerpo social y orgánico,
si no hay un orden social y jurídico que garantice el ejercicio del trabajo, si
los diferentes oficios y profesiones, , dependientes unos de otros, no
colaboran y se completan entre sí y, lo que es más todavía, no se asocian y se
funden como en una unidad la inteligencia, de capital, de trabajo, de
eficiencia humana, no será posible producir sus frutos.
El trabajo es un valor humano: pues ayuda colateralmente al
desarrollo de virtudes como el respeto,
unión, de la fraternidad, paciencia, perseverancia y constancia, de la ayuda
mutua, generosidad, laboriosidad, paz, justicia y solidaridad. con fidelidad y
con espíritu de colaboración a sus mandatos, se convierte, en trabajo virtuoso
y corredentor. El trabajo contiene momentos en los que se puede caer en faltas éticas y morales, de las que nacen muchos males.
Mi madre me decía: “La ociosidad es
madre de todos los vicios, no hay nada
más satisfactorio que: el deber cumplido”, “gánate el pan con el sudor de tu
frente”, “confía en Dios y trabaja”.
Por: Virginia Mijares
1)
http://www.stps.gob.mx/bp/secciones/conoce/quienes_somos/index.html
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