ALTERACION DEL MONUMENTO A LA MADRE: EMBLEMA DE LA INTRUSIÓN CULTURAL EN MÉXICO


 
 


 
En la “Marcha Por la Vida” que se realizó en la Ciudad de México el día del niño, durante la celebración de los 10 años de la despenalización del aborto en esta ciudad, miles de personas se reunieron para expresar su apoyo a la protección de la vida y a proponer medios de apoyo a las mujeres en situación de desamparo que se ven orilladas a buscar soluciones en la muy mal llamada INTERRUMPCION LEGAL DE SU EMBARAZO (ILE), que desencadena la muerte de un ser vivo: el bebé. En el curso de la marcha nos encontramos con una imagen impactante que ilustró cómo esta solución ha sido metida con calzador a nuestra cultura mexicana.

 

Resultado de imagen de marcha por la vida 2017 mexicoLa marcha comenzó simbólicamente en el Jardín del Arte donde se encuentra el “Monumento a la Madre”  cerca del centro de la ciudad. Al observar el enorme  monumento de cantera que representa una madre de pie sosteniendo entre sus brazos a un niño pequeño, pudimos observar que a los pies de la escultura  de Luis Ortiz Monasterio se encontraban dos placas de metal con dos frases. Llevados por la curiosidad nos acercamos y vimos que eran placas de diferente origen y tiempo, pues la letra es distinta y el desgaste del tiempo de una de ellas es mayor. Y no solo eso, sino que sus mensajes eran mutuamente excluyentes y el más moderno trata de acotar lo que el primero transmite:

 

 

Más intrigados aún por el significado contrastante de ambas placas , averiguamos un poco de su historia para entender por qué estaban juntas cuando expresaban dos mensajes diferentes sobre la maternidad.
 

La placa original de este monumento es el que está en la parte superior que se colocó el 10 de mayo de 1949 durante la inauguración, promovida por el periódico Excelsior. El que resultó agregado fue el de la parte inferior, cuarenta años después, en agosto de 1991, por el movimiento feminista, durante las celebraciones de la Delegación Cuauhtémoc. (1).

Desde entonces la segunda placa ha sido causa de controversias y ha sido destruida en varias ocasiones. La primera vez tan solo tres años después de ser colocada, pero se hizo una nueva placa que se agregó en 1994. Después en 1997 fue destruida de nuevo mientras se construía el estacionamiento subterráneo que se encuentra en ese lugar. Ese mismo año, Esperanza Brito de Martí, periodista y feminista mexicana, logró que se volviera a poner una placa de mayor tamaño. (2)

Estas circunstancias explican mucho de lo que, a simple vista, pareciera un error de colocación, pero que resulta ser  una intencionada alteración del monumento simbólico de la cultura mexicana, donde la madre es central y su naturaleza de acogida un elemento de unión y sostenimiento de las familias.
 

De la misma forma, en muchas otras áreas, nuestra cultura ha sido alterada intencionalmente con elementos de ideologías extranjeras que tratan de imponer sus formas de resolver problemáticas sociales a nuestras comunidades. Tal vez con una buena intención de ayuda a las mujeres que se encuentran en problemas, pero que no han respetado sus raíces culturales y forma de vida ni valores importantes, igual que no respetaron el valor cultural del monumento del pueblo.
 
Esta intrusión burda e irrespetuosa produce el mismo efecto que brinca en el “Monumento de la Madre” alterado: Una contradicción y contraposición de mensajes que en vez de sumar y mejorar la situación de las mujeres, las pone entre las espada y la pared, rasgándolas internamente al tener que decidir entre sus creencias y valores o alcanzar una solución rápida y fácil: el aborto.  

Por: Ana Elena Barroso

 



 

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