Así como la familia fue el centro de la atención de la
Iglesia en los años pasado, ahora serán los jóvenes los que tomarán el estrado
en la iglesia. Con el tema de “LOS JÓVENES, LA FE Y EL DISCERNIMIENTO VOCACIONAL” el Papa
Francisco ha dicho a los jóvenes de todos los rincones:
“He querido que ustedes ocupen el centro de la atención porque los
llevo en el corazón.” (1)
En su labor de atender pastoralmente a las comunidades del
mundo, se abocará a escuchar las necesidades y conocer las realidades de los
jóvenes realizando un proceso de 2 años recoger inquietudes a todos los niveles
para elaborar un documento de trabajo y un compendio pastoral final por el Papa
Francisco, que ha captado su energía y disposición durante los encuentros con
ellos:
“En Cracovia, durante la apertura de la última Jornada Mundial de la
Juventud, les pregunté varias veces: «Las cosas, ¿se pueden cambiar?». Y
ustedes exclamaron juntos a gran voz «¡sí!»”. Esa es una respuesta que nace de
un corazón joven que no soporta la injusticia y no puede doblegarse a la
cultura del descarte, ni ceder ante la globalización de la indiferencia.
Un mundo mejor se construye también gracias a ustedes, que siempre
desean cambiar y ser generosos…También la Iglesia desea ponerse a la escucha de
la voz, de la sensibilidad, de la fe de cada uno; así como también de las dudas
y las críticas. Hagan sentir a todos el grito de ustedes, déjenlo resonar en
las comunidades y háganlo llegar a los pastores.” (2)
En este año 2017 el objetivo de estos ejercicios de escucha,
atención e inclusión pastoral por parte de la Iglesia quieren fijarse en la
raíz de muchas de su problemática tratando de aportar los beneficios de la
semilla del amor de Dios en sus vidas y aprender a responder a sus necesidades
y mejorar su acompañamiento.
La Iglesia, con el título, subraya los rasgos centrales de esta
época de la vida del hombre de grandes decisiones de vida, de construcción de
la identidad propia e inserción social y laboral, además de estar consciente de
las dificultades e incertidumbre que
muchos jóvenes en el mundo tienen para acceder a condiciones de vida digna. Pero sabe que los jóvenes no quieren ser
destinatarios pasivos de ayuda caritativa ni sentirse perdedores protegidos
sino agentes activos de los grandes cambios que necesita el mundo, movidos por
ese idealismo fresco que los caracteriza y que la fe católica promueve como
modo de vida.
Sabiendo que el ámbito donde se dan estas importantes decisiones
y construcciones personales es el interior de cada joven y dentro de su
conciencia, con corazón de Madre quiere construir, para sus hijos jóvenes,
condiciones y dinámicas dónde pueda ayudar a hacer crecer esa faceta interior
de cada uno. Es a lo que le llama “Discernimiento Vocacional”, y no se refiere
a un apoyo psicológico, sino un ayudarles a ponerse frente a Dios para
encontrar , junto a Él, el rumbo de su vida.
Para logar esto, el Papa ha subrayado algunos puntos fuertes
de la Iglesia y de las parroquias que ya trabajan con jóvenes desde hace muchos
años y propone nuevas áreas en parroquias, grupos, asociaciones y movimientos
laicales para atender y acompañar mejor a este sector de las comunidades, a
veces encajonado, a través de una Pastoral Juvenil. Algunos que propone:
Acoger sus contribuciones e iniciativas, abriéndose a sus
nuevas formas de hacer las cosas, dentro de las parroquias.
Establecer formas y tiempos para convivir más con ellos.
Mayor apoyo a los grupos de jóvenes ya existentes dentro de
las parroquias.
Desarrollo de actividades de acción social para encauzar sus
inquietudes de justicia social.
Conectar causes de voluntariado para que trabajen por sus
comunidades y desarrollen una solidaridad real.
Incorporar el deporte, la música y expresiones culturales
jóvenes a las actividades.
Entrar de lleno al mundo de las redes sociales donde los
jóvenes viven la mayor parte de sus interacciones sociales.
Cultivar dentro de las mismas actividades, ámbitos de
silencio, reflexión y encuentro con ellos mismos y con Dios para que
desarrollen este hábito y les sirva en la conformación de su vida, toma de decisiones
y subida en general. (3)
Como figura de joven que camina en la búsqueda y encuentro
de su ser y de su vida, el Papa propone al joven apóstol Juan, el más cercano a
Jesús y el que se caracterizó por su valentía, iniciativa y humanidad:
Juan, en particular, será llamado a ser testigo de la Pasión y
Resurrección de su Maestro. En la última cena (cfr. Jn 13,21-29), su intimidad
con Él lo llevará a reclinar la cabeza sobre el pecho de Jesús y a confiar en
Su palabra. Mientras conduce a Simón Pedro a la casa del sumo sacerdote, se
enfrentará a la noche de la prueba y de la soledad (cfr. Jn 18,13-27). Junto a
la cruz acogerá el profundo dolor de la Madre, a quien es confiado, asumiendo
la responsabilidad de cuidar de ella (cfr. Jn 19,25-27). En la mañana de Pascua
compartirá con Pedro la carrera agitada y llena de esperanza hacia el sepulcro
vacío (cfr. Jn 20,1-10). Por último, durante la extraordinaria pesca en el lago
de Tiberíades (cfr. Jn 21,1-14), reconocerá al Resucitado y dará testimonio de
Él a la comunidad. (4 )
Veamos en este modelo de joven junto con la figura de María
joven madre, la solicitud con que Dios se acerca a ellos y les llena sus
expectativas de novedad, aventura y heroísmo que todo corazón joven anhela. Así
podremos asegurar que la fe católica es esencialmente jovial y atrevida y
acerca la eterna juventud a todos aquellos que se atreven a aceptarla como
camino de vida hacia Dios.
Si tienes algo que aportar a este Sínodo tan importante, ésta es una forma de participar:https://survey-synod2018.glauco.it/limesurvey/index.php/147718
Por Ana Elena Barroso
@mujer_catolica
(2)Ídem
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