TODAVIA EN VACACIONES Y TIEMPO PARA UNA COMUNICACIÓN MAS PROFUNDA CON LOS HIJOS (2)


 
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Como decíamos en el artículo anterior, ahora que se habla tanto de los Derechos Humanos, los padres tenemos el derecho de formar a nuestros hijos de acuerdo a lo que pensamos es la verdad y el bien mayor para ellos. Y junto con este derecho, viene la responsabilidad que tenemos como padres: somos nosotros los que tenemos que formar a nuestros hijos.  Nadie puede imponer una información, directa o indirectamente,  con la que nosotros no estemos de acuerdo. Nuestra obligación pasa también por el derecho que tenemos de defender a nuestros hijos cuando se les está manipulando al transmitirles información e ideologías que no van de acuerdo con lo que pensamos en el seno de la familia. Por todo ello, tenemos que hablar con nuestros hijos ya, antes de que sea demasiado tarde para ellos.

Los temas difíciles para nosotros, ya sea por falta de conocimientos suficientes para explicarlos, o por la falta de formación que deberíamos buscar para cumplir con nuestra misión de padres de familia, pasan por los siguientes puntos.

·       Sexualidad y procreación. Tenemos que tener muy claro cuando hablemos con nuestros hijos, siempre de acuerdo a su edad, que tenemos una dignidad que va mucho más allá de nuestro cuerpo y que somos mucho más que nuestra genitalidad. Debemos hablar con la verdad, empezando por darle a cada parte de nuestro cuerpo el nombre correcto. Aquí no se admiten sustitutos ni vulgaridades, tengan la edad que tengan. En este tema hay que hablar mucho sobre el respeto y el pudor, la voluntad, la castidad y la paciencia para esperar el tiempo necesario hasta llegar a la madurez, lo que les permitirá elegir bien una pareja,  comprometerse en el matrimonio y formar una familia.

Resultado de imagen de madre e hijaLa clave es mantener una conversación proactiva en la que  los hijos y nosotros hablemos escuchando sus razonamientos, dándoles la oportunidad de sentirse en confianza.  La conversación en estos casos no es una convocatoria; es un dialogo personal y privado con cada hijo, cuando consideremos que llegó el momento de hablar con ese hijo que merece estar bien informado y formado. Y ojo: Tenemos que estar listos para contestar pregunta concretas sobre: aborto, infidelidad, violación, abuso sexual, prostitución, etc.

 

·       Matrimonio y Familia. Como todos sabemos, el matrimonio entre hombre y mujer está siendo atacado de manera muy programada; lo podemos constatar a nivel mundial. Intentan distorsionar el concepto. “La realidad es que fundar una familia no es un problema sino una oportunidad”, como dice el Papa Francisco en su exhortación apostólica  Amoris Laetitia, La alegría del amor.

 

Resultado de imagen de matrimonio una aventuraPor ello, cuando llegue el momento del “tenemos que hablar”, debemos presentar a los hijos la perspectiva del matrimonio como una aventura: no es fácil, pero es posible. El matrimonio es una vocación y un don de Dios. Y es en la unión conyugal, donde el amor se muestra en plenitud a través de la entrega total. En el matrimonio, “el amor sin placer ni pasión no es suficiente”, volviendo a citar al Papa Francisco. En el matrimonio se ejerce un sano erotismo: placer + admiración, y en la entrega se humanizan nuestros impulsos. Nos da la oportunidad de demostrar la ternura, que hace que nuestro cónyuge perciba el gozo de sentirse amado, pues la ternura es el amor que se libera de la posesión egoísta. Es la pasión sublimada por un amor que admira la dignidad del otro.

 

Debemos dejarles claro que lo que hoy llaman noviazgo no es más que un entretenimiento que no  respeta la dignidad del otro dejando que las hormonas manden, con muchísimas probabilidades de terminar no solo con el noviazgo, sino con un gran problema.

 

Se necesita un compromiso y una decisión madura antes de elegir con quien  formar un matrimonio. El noviazgo es un tiempo de alegría, pero también de análisis realista; es un tiempo de prueba, (aunque no de la famosa “prueba de amor”), porque debemos ver objetivamente las virtudes y las carencias del otro. Es un tiempo de preparación previo al matrimonio y por ello se debe tomar muy en serio.

 

Hablaremos de otros temas complicados en otros artículos. Y mientras tanto, ¡sean las personas ejemplares que sus hijos necesitan admirar!

 



Por: Dulce María Fernández G.S.




 

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