Tras el sismo del 19 de Septiembre del 2017 en México, la
realidad de los ciudadanos se vio invadida por el miedo, la impotencia, el
dolor, pero también por la solidaridad, la unión y la heroicidad. Muchas de
estas expresiones y acciones solidarias fueron transmitidas y retransmitidas a través
de medios y redes sociales: Frida, la Marina, los soldados, los topos, los brigadistas,
Telcel, el metro, otras empresas y
muchos voluntarios, cuyas caras, brazos y hasta sillas de ruedas se plasmaron
en tuits y posts.
Al mismo tiempo muchos otros ayudaban de forma discreta y
desapercibida a videos y cámaras, entre los que se encontraban los voluntarios y organizaciones católicas que han ayudado
desde el primer sismo de septiembre de este año y que pocos han retuiteado o compartido,
e inclusive han recibido el escarnio del mundo virtual.
El mismo Papa ha enviado ya una ayuda inicial de 150,000 dólares,
suma mayor que la del mismo presidente de Estados Unidos, a través del
Dicasterio para el Servicio de Desarrollo Humano Integral, para apoyar a los
damnificados: (1)
“En este momento de dolor quiero
manifestar mi cercanía y oración a toda la querida población mexicana. Elevemos
todos juntos nuestra plegaria a Dios para que acoja en su seno a los que han
perdido la vida, conforte a los heridos, sus familiares y a todos los
damnificados”.
Papa Francisco (1)
El Cardenal Norberto Rivera autorizó donar a las familias de las víctimas del sismo,
criptas en la Basílica de Guadalupe, para poder enterrar a sus seres queridos
cerca de la Guadalupana. Además de ofrecer a los damnificados servicios de
acompañamiento psicológico y espiritual y haber organizado un centro de acopio
en el lugar.(2)
Localmente, a pesar de haber sido dañados por lo menos 122 templos en Oaxaca y Chiapas,
163 en Puebla, 84 en Morelos y 15 en la Cd
de México, en las iglesias locales, como
la de Oaxaca, han seguido funcionando los comedores
comunitarios y la repartición de despensas (3)
La Arquidiócesis de México
abrió los dispensarios y hospitales de la Iglesia Católica para atender a cualquier ciudadano que lo
necesite y que se brindaron servicios
médicos aún sin cubrir la cuota de
recuperación normal, lográndose esto gracias a la labor voluntaria de jóvenes
de las universidades católicas que han atendido cortaduras por vidrios, traumatismos
diversos ,fracturas y contusiones, además de surtir medicamentos para diabetes, hipertensión y crisis nerviosa. (4)
Y previniendo la necesidad de una ayuda más organizada para
la reconstrucción a mediano y largo plazo, la la Iglesia Católica, a través de
su Comisión de Pastoral Social, y
Cáritas Mexicana., ya ha organizado el Plan de Emergencia Estratégico
para que la ayuda recibida sea
distribuida más eficientemente a las diez entidades afectadas por el siniestro,
y que se muestra en su plataforma: www.mexicoestadepie.org .
El P. Pedro Velázquez, director de la Comisión de la
Pastoral de la Salud de la Arquidiócesis de México ha dejado una reflexión
final sobre lo acontecido haciendo conciencia de la prevención y
responsabilidad que debemos tener para
el futuro:
“Deseo que lo ocurrido esta vez
resulte en un aprendizaje, que tomemos en serio las cosas que se nos indican,
por pequeñas que parezcan, como preparar en casa un plan de contingencia
familiar, o no jugar con los simulacros; quienes construyen edificios que lo
hagan con responsabilidad, bajo las normas indicadas, sin trampas, para no ser
partícipes del mal”.(5)
Si quieres ayudar , Caritas
México seguirá recibiendo donativos para ayudar a los damnificados en las
siguiente foma:
Por: Ana Barroso
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