Cada año, en estas fechas, el mundo se avoca a promover el
fin de la violencia hacia la mujer que tanto daño ha provocado a generaciones
enteras de mujeres en el mundo. Los años recorridos con el impulso de la equidad
de género del feminismo parecían dar alivio a la mujer en estas últimas décadas
al dar una mayor “igualdad” con el hombre. Pero los últimos estudios han
encontrado síntomas de un fondo agresivo
que no ha cambiado con las políticas progresistas de esta ideología y que,
además ha resurgido en formas inesperadas.
Tal es el caso de la mayor violencia doméstica que sufren
las mujeres de algunos países del primer mundo, campeones en los niveles de
equidad de género. Así es, sorprendentemente
en los países donde el “progreso
laicista” ha “liberado” a las personas de la esclavitud de la espiritualidad
cristiana para lograr prósperas naciones estructuralmente laicas, las mujeres
son objeto de una mayor violencia intima por parte de sus parejas.
Sobresale el caso de los países nórdicos, donde varios estudios se han concentrado en estudiar la “paradoja nórdica” del aumento en la “violencia intima” ejercida por la pareja por arriba de la media europea en esos países. Y de la ilógica diferencia con los países de cultura cristiana donde este tipo de violencia es menor que el promedio de la Unión Europea, aún considerando la diferencia en los niveles de reporte. Hasta ahora, pocos estudios se han concentrado en esta situación contradictoria, que rompe todo el fundamento de las políticas de género, y que hasta ahora no se ha llevado a la arena política. (1)
Además ,actualmente la violencia la está ejerciendo la pareja casi al mismo nivel que la que perpetran los esposos, siendo que se atribuía al arreglo "machista" del matrimonio gran parte de la violencia de este tipo y en la eliminación del mismo, la gran solución.
Y no solo en estos países ha llamado la atención la actual prevalencia de este tipo de violencia personal y cercana hacia la mujer sino también en otros ambientes laicos y liberales de cultura “progresista” y “ moderna” como son los pasillos y estructuras del gobierno americano, líder en implementación de prácticas equitativas de género, pero donde se dan casos de acoso y abuso sexual, como el resonado caso del expresidente Bill Clinton y donde la benevolencia de las fuerzas feministas hacia sus propias filas han dejado pasar sin sancionar esta acción violenta y pública de un líder demócrata y de corte liberal. (2)(3)
Inclusive, más preocupante, esta perniciosa prevalencia se
está dando en el corazón mismo de la cultura liberal y “abierta”: Hollywood.
Los escándalos de abuso de menores, jovencitas y violencia
sexual que se han ventilado en los últimos meses han dejado ver la subsistencia
de la agresión y la violencia en la cultura liberal y atea de la capital
mundial del entretenimiento que, además, es un faro referencial para gran parte
del mundo.(4)(5)(6)(7)
¿Por qué en los ambiente más laicos se sigue dando esta
violencia contra la mujer, si la “liberación de la esclavitud de la religión”
prometía dar seguridad a la mujer por fin?
¿Por qué las políticas de género no han logrado erradicar
esta agresión, aún en los países que la equidad de género es una realidad desde
hace décadas?
¿Por qué en los países de primer mundo con tradición
cristiana y donde hay más creyentes los niveles de la violencia son menores, si
, se supone, que la religión católica “patriarcal” es la fuente de todos los
vejaciones hacia la mujer?
No habría que cuestionarse ¿qué les falta a estos ambientes
y países que no logran erradicar la violencia de género?
Yo podría decir que …
Les falta…..Dios
(2)
https://t.co/gcjFBm6Vc3
(3) http://greatamericandaily.com/four-women-just-came-forward-to-accuse-bill-clinton-of-this-horrible-crime/
(3) http://greatamericandaily.com/four-women-just-came-forward-to-accuse-bill-clinton-of-this-horrible-crime/
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