Todas nosotras, mamás, hijas y
hermanas, necesitamos de su ayuda para hacer crecer a las mujeres valiosas y
emocionalmente saludables que el mundo está esperando.
Necesitamos cada gramo
del valor masculino y de la sabiduría que ustedes tienen, porque los PADRES,
más que cualquier otra persona, dejan una profunda huella en el sendero que ha
de recorrer la vida de una hija.
Tu hija necesita lo mejor de
lo que tú eres: tu coraje, tu fortaleza, tu inteligencia y tu actitud valiente
ante los problemas de la vida. Necesita tu empatía, asertividad y
autoconfianza. Tu hija necesita de ti. Es más: ¡tu hija te necesita a ti!
Porque una hija necesita un
héroe y desde pequeñita ¡te ha elegido a ti! Piensa en lo que hace un héroe: protege a las
personas, es perseverante, muestra amor altruista, es fiel a sus propias
convicciones, sabe qué está bien y que está mal.
Y actúa de acuerdo a sus convicciones. Un héroe es respetuoso y amable, humilde y sencillo, pero ante los peligros crece y saca lo mejor de sí. Para ella ¡no hay nadie mejor que tú! y por eso te admira tanto.
Y actúa de acuerdo a sus convicciones. Un héroe es respetuoso y amable, humilde y sencillo, pero ante los peligros crece y saca lo mejor de sí. Para ella ¡no hay nadie mejor que tú! y por eso te admira tanto.
Además, ¡eres su primer amor!
Cualquier hombre que entre a su vida, será comparado contigo. Por eso tú le
muestras inconscientemente cómo debe será el hombre de su vida.
Atrévete a decirle que la
amas, porque ella lo necesita una y otra vez, no sólo en ocasiones especiales.
¡Y prepárate para decirle las razones por las que la amas! Especialmente en la
adolescencia.
Reflexiona sobre el
carácter de tu hija, alaba sus mejores atributos, reconoce su sensibilidad, lo
compasiva que es y el coraje con que enfrenta los retos. Alábala por lo que
ella ES, no por su apariencia o por
sus triunfos. Y si no puedes expresarlo verbalmente, ¡escríbele! De esta manera
tu hija dibujará un retrato en su mente de cómo la ves tú, y justo ésa es la
persona que querrá ser.
Y algo más, para ella,
tú eres su líder, y los líderes aportan seguridad y marcan hasta dónde se debe
llegar: el líder construye límites. Y estos son necesarios porque ayudas a
mantenerla a salvo en la dirección correcta.
Y te tengo una
sorpresa, aunque aparentemente las hijas se llevan mejor con la Mamá, ya que
tienen muchas cosas en común puesto que son mujeres, saben que aunque es
difícil lograr la atención del Papá, él escucha mejor y es más práctico. Con
una ventaja: da pocos sermones.
Es muy importante que
mantengas un buen canal de comunicación
con tu hija. Esfuérzate para estar atento y disponible para “poner oreja” a
todas sus preocupaciones. Con el tiempo ella tendrá un archivo mental que la ayudará
a sacar tus consejos en el momento que los necesite. Nada de esto es fácil,
pero ¿quién dijo que ser Papá era fácil?
Nuestras hijas
necesitan el apoyo que sólo los padres pueden dar, y si estás dispuesto a guiar
a tu hija resguardándola de una cultura tóxica, en donde el sexo, las drogas, y
la violencia doméstica acechan, para llevarla a un lugar más seguro, las
recompensas serán inigualables: experimentarás
el amor y la veneración que pueden venir sólo de una hija. Sentirás un orgullo,
una satisfacción y una alegría que en ningún otro lado conocerás.
Por eso es que decimos
que las mujeres necesitamos tener en nuestra vida ¡Un buen hombre!
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