La Iglesia católica celebra
la purificación de MARÍA y el Misterio
de la Presentación de Nuestro SEÑOR en el TEMPLO y esta fecha también es
llamada Día de la Candelaria.
La Santísima Virgen María había concebido un Hijo por gracia del
Espíritu Santo, a Ella no le correspondía la Ley de Moisés que ordenaba que la
mujer después del parto se guardase durante cuarenta días en su casa como
purificación y al cumplir estos, se presentara en el Templo para también
ofrecer a su hijo primogénito a Dios. Había también otro mandato, dejar en la
puerta del Tabernáculo un cordero y una paloma. En el caso de personas pobres
no se requería el cordero sino dos palomas o dos tórtolas.
María era la Madre del Hijo de Dios, sin embargo a los ojos del mundo le
obligaba el mandato y con toda humildad María
se sometió a todos los requisitos de la ceremonia tradicional y como
eran pobres hizo la ofrenda de dos tórtolas. Todo esto nos lo cuenta en su Evangelio Lucas 2, 22-40
La celebración de esta fiesta
se dice que comenzó por un descubrimiento hecho en Arezzo, Italia en 1887, de
unos escritos hechos por la Abadesa española Etheria, que al volver de Tierra
Santa escribió experiencias y tradiciones.
En este día hay muchas
reuniones para saborear “tamales” como
clásica tradición en México. Esta bella costumbre que consolida la amistad con
el gusto de volver a encontrarse después de la Rosca del día de los REYES MAGOS, 6 de enero y su taza de chocolate, la ofrece aquel o aquella que encontró un
muñequito dentro del rico trozo de rosca. Mucho se disfruta con esto y por eso
el deseo de que no se pierda la tradición.
Por: MARÍA ESTHER DE ARIÑO.
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