En este
año, que la Iglesia Católica se ha dedicado a escuchar y acercarse
a los jóvenes a través del Sínodo: LOS JÓVENES, LA FE Y EL
DISCERNIMIENTO VOCACIONAL, los avances en las respuestas que hicieron
llegar a sus diócesis traen una riqueza inagotable que ha dado luces
en áreas grises sobre cómo compartir la fe con ellos. Esta riqueza
se ha vaciado ya en el documento preparatorio para el sínodo en el
que basarán sus trabajos los obispos y cardenales del 3 al 28 de
octubre de 2018, reunidos alrededor del Papa Francisco.
Leyendo
su contenido se percibe una constante de trasfondo: una sinceridad
real por parte de los jóvenes que transparenta sus preocupaciones y
refleja los efectos de la gran influencia que la cultura del tener ha
tenido sobre su percepción de la vida y de su propio ser.
Se confunde vocación con la consagración a una vida sacerdotal o religiosa y se le atribuye un carácter restrictivo y limitante para la vida, contraponiéndola a la libertad y la felicidad.
No la identifican como el dar un sentido a su vida, acciones, o trabajo.
Confunden el sentido de vida con la profesión o las circunstancias de vida.Con el destino. Con sus aspiraciones. Con su “contribución al mundo” o “ la manera de dejar huella”.
Tristemente muchos llevan una relación personal con Jesús, para gran cantidad es solo un personaje histórico bueno y muy influyente y la fe como algo personal y muy privado. Además no encuentran resonancia de la cercanía de Jesús en las celebraciones comunitarias de la fe católica. A la Iglesia la sienten muy alejada y concentrada en su labor administrativa y sus pastores poco congruentes y lejanos.
En el proceso de discernimiento de vida se encuentran bombardeados por los diferentes ámbitos que los rodean durante su crecimiento como: “la Iglesia, las diferencias culturales, las exigencias del trabajo, las expectativas de la propia familia, la salud y el bienestar mental, el ruido, la presión de los sus compañeros (peer pressure), los diversos escenarios políticos, la sociedad en general, la tecnología.” Algunos de estos, mas los aturde y ahoga en información que guiarlos, como los medios de comunicación y redes sociales.
Por otro lado, los jóvenes ya no buscan el desarrollo de una vida espiritual porque no la tienen visualizada en el horizonte de la "realización" moderna. La realización del hombre moderno se hace depender de la pura parte material e intelectual de la persona...
ERES... Si logras tener... Si logras subir... Si logras alcanzar puestos... Nombramientos...
¡Pero hay un gran descubrimiento en este documento!
Y es que ellos confirman SÍ necesitar UN ACOMPAÑAMIENTO en este proceso de maduración como ser humano tan importante para su vida
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Piden que sea
en un ambiente donde se sientan protagonistas de su propio caminar,
siempre con testigos verdaderos al frente
que les indiquen el camino con el ejemplo y la congruencia y en un
grupo o entorno que les de un sentimiento de pertenencia y que
constituya una red de apoyo fiable en momentos críticos de la vida.
Esto se puede dar en los movimientos laicos que ya existen y los
apostolados de las parroquias , que llenarían sus energías de
hacer algo por el mundo y su deseo de ser parte activa de esta
labor.
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También quieren
encontrase con el Jesús
real, por eso, regresar a las escrituras es de gran importancia,
para que no lo vean lejano, y vean la fe como algo alcanzable y
necesario en su vivir.
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Esencial es
el testimonio viviente que vean en los pastores
y fieles con los que tienen contacto en sus comunidades. Es lo que
más atrae a los jóvenes por el idealismo propio de su edad.
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Enseñarles a
aumentar sus zonas y tiempos de silencio, introspección, lectura,
oración y
conocimiento de
uno mismo para poder alcanzar una vida más reflexionada
y por consiguiente más cercana a Dios.
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Piden no tener
miedo de mostrar una Iglesia y pastores vulnerables,que se
equivocan, que reconocen sus errores y
que piden perdón, ya que ganará la
credibilidad de los jóvenes.
A muchos jóvenes les cambiaría la vida esa la alegría de encontrar y gozar la propia vocación como Vida Nueva vivida en compañía de Jesús, dentro de su propia vida personal, independientemente de sus circunstancias, ocupación o estado . Vocación como realización de vida de hijo de Dios y potenciación de la vida terrena en vistas de la vida eterna...
UNA VOCACIÓN COMO REALIZACIÓN DE
HIJO DE DIOS Y POTENCIACIÓN DE LA VIDA TERRENA CON LA MIRADA PUESTA
EN LA VIDA ETERNA.
Por: Ana Elena Barroso @mujer_catolica
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