Nos
encontramos a medio camino... en la mitad del año .
Ha
transcurrido ya tiempo desde aquellos primeros días de enero en los
que pisábamos el flamante año con un paso un poco cauteloso, con
una incógnita en el corazón pero también con una alforja llena de
buenos propósitos.
Empezábamos
el camino nuevo, mejor dicho, no había camino... ahora se ha hecho
camino al andar. Es bueno volver la vista atrás y hasta quizá hacer
un alto en este "tan personal camino", para ver qué ha
sido de todo "aquello" que nos propusimos con auténtico
afán de mejorar...¿somos aunque sea, un poco mejores? ¿vamos
cumpliendo con "aquellas metas" que se nos antojaron que
podríamos alcanzar? ¿ los que nos rodean, podrán decir que hemos
cambiado, que se nos nota diferentes y que ahora nuestro trato y
cercanía es una agradable realidad?...
Tal
vez nos han pasado "cosas", muchas cosas inesperadas, quizá
muy dolorosas...tal vez hemos encontrado muchos obstáculos, más
fuertes de lo que esperábamos encontrar, en el aspecto económico,
en la salud, los recientes acontecimientos …para poder realizar
todo aquello que con tanto entusiasmo emprendimos, pero...también
quizá, nos hemos ido dejando llevar por el cómodo "mañana y
ese, como es natural , aún no llega...No nos desanimemos. El
comienzo de un nuevo año no es elemento privativo de cambio. Siempre
se puede cambiar.
Empecemos
hoy, desde este instante. Nada importa que hayan pasado los meses...
Lo que pasó, pasó, y en este momento lo que estamos viviendo es el
: HOY.
Veamos
al fondo de nuestra alforja de peregrinos, de caminantes hacia la
Casa del Padre, ¿todavía están aquellos propósitos, aquellos
buenos deseos?, pues... EMPECEMOS HOY, AHORA.
Si
era el dejar de fumar, de beber, o de comer un poco menos y más
sano, etcétera, hoy es el momento. Hoy mismo vamos a comenzar.
Y
no olvidemos que nunca es tarde para decir : Te quiero, para
perdonar, para llamar al amigo o a la amiga que teníamos en el
olvido, para visitar a una persona que sabemos que está sola o
enferma, para pedir perdón, para ser más comprensivos, más
tolerantes, para ser más generosos, más desprendidos, más
cariñosos, más puntuales, más responsables de nuestros deberes y
obligaciones, más alegres, más cordiales, más humildes, más
serviciales, más honestos, más pacientes, más serenos, más
limpios de corazón, más auténticos, más fervorosos en nuestra fe,
más firmes en el cumplimiento de las leyes de Dios, en resumen: más
felices, porque vivir empeñados en todo esto traerá la paz a
nuestros corazones y con la paz en nuestra vida iremos haciendo el
Camino Nuevo, que día a día marcan nuestros pasos, pero siempre con
el esfuerzo y el empeño de ser mejores cada día.
Empecemos
Hoy.
Por: MARÍA ESTHER DE ARIÑO.
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