Después
del resultado de las elecciones generales en México
en julio 2018 y ante
la victoria del partido de izquierda socialista MORENA que prometió
mucho y antes de una semana ya se ha
retractado
de parte, dejando a sus seguidores desencantados, inclusive antes de
tomar el poder…..
¿Qué
hacer?
Como
católicos que dudamos de la viabilidad de sus promesas y de su modo
de alcanzar el desarrollo e igualdad que todos queremos pero que
siempre hemos creído en las instituciones y las estructuras
democráticas para la convivencia civilizada, hemos optado por la paz
y la aceptación de los resultados de un ejercicio democrático
ejemplar por su asistencia y desarrollo . Este ambiente se siente muy
distinto a las reacciones de las fracciones socialistas en las
elecciones anteriores, donde la toma de calles por meses fue una de
sus tantas manifestaciones invasivas post-electorales.
Pero….
¿Realmente fue apoyo consciente al socialismo o más bien el
arrastre del populismo de un personaje que no se detuvo en ofrecer lo
imposible y mentir sobre lo posible para alcanzar el poder?
Aprovechándose del hartazgo de la población por la corrupción, la
mafia y la violencia rampantes en todo el país.
Este
modo mañoso de conseguir mover masas para alcanzar puestos de
influencia no solo se da entre los socialistas o comunistas, también
entre los capitalistas y ya se ha generalizado en muchos ambientes
humanos.
El Papa
Francisco ha advertido al mundo varias veces acerca de sus peligros y
efectos:
"Enemiga
de la paz es la ideología, que explota los problemas sociales para
fomentar el desprecio y el odio y ve al otro como un enemigo que hay
que destruir. Desafortunadamente, nuevas formas de ideología
aparecen constantemente en el horizonte de la humanidad. Haciéndose
pasar por portadoras de beneficios para el pueblo, dejan en cambio
detrás de sí pobreza, divisiones, tensiones sociales, sufrimiento y
con frecuencia incluso la muerte....
La
paz, sin embargo, se conquista con la solidaridad”(1)
Y ha
señalado también sus raíces humanas, que se hunden en el el
egoísmo, división y suspicacia, separación, actitudes que la fe
católica trata de prevenir:
Pero…
¿Qué
hacer ante estos problemas de
corrupción y violencia como
métodos de gobierno y vida que el socialismo, y
el comunismo en sus días, pretendió resolver
con efectos secundarios tremendos en Europa?
Para
atacar los males de la pobreza, la desigualdad, la marginación, que
estos modelos políticos ha pretendido borrar con leyes y
enfrentamientos de grupos, la fe católica ha insistido por siglos en
el principio básico a desarrollar en cada ser humano: la
Solidaridad, definida por él en una reunión conmemorativa de la
formación de la Unión Europea, como la capacidad de abrirse al
otro:
«El primer elemento de la vitalidad europea es la solidaridad», de la cual «nace la capacidad de abrirse a los demás». (3)
Y agregó los principios básicos de la solidaridad cultivada en el corazón de cada hombre primeramente hasta conformar y florecer en las bases de las instituciones y estructuras humanas:
SOLIDARIDAD
«Centralidad del hombre, solidaridad efectiva, apertura al mundo, búsqueda de la paz y del desarrollo, apertura al futuro»: los cinco pilares sobre los que los padres de Europa hace sesenta años «han querido edificar la Comunidad económica» fueron propuestos por el Pontífice. (4)
«Centralidad del hombre, solidaridad efectiva, apertura al mundo, búsqueda de la paz y del desarrollo, apertura al futuro»: los cinco pilares sobre los que los padres de Europa hace sesenta años «han querido edificar la Comunidad económica» fueron propuestos por el Pontífice. (4)
La
comunidad católica mexicana tiene marcado el camino, uno definido
por una mayor participación social en forma solidaria para
contribuir , en lo que la nueva autoridad permita, con el testimonio
y la caridad al logro de una paz y progreso humanamente conquistado.
Por:
Ana Elena Barroso
(4)
idem
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