Un
día y otro día regreso a Ti, Señor, a veces no es continuo mi
acercamiento porque hay “otras cosas” que me entretienen, que me
ocupan y me olvido de Ti. Y hay ando queriendo ser yo la que arregla
las cosas, ser yo la que les doy solución a los problemas pero sin
tu ayuda….porque me creo suficiente.
Paso
por momentos difíciles, me entra la angustia, el miedo, la tristeza,
me veo débil, vulnerable, y es entonces que me acuerdo de Ti y se
que Tu siempre me estás esperando.
Por
fin, rendida de mis afanes, de mis luchas y muchas veces de mis
equivocaciones… regreso a Ti.
Vuelvo
a recordar tus palabras:
“ Vengan a mi, todos los que estén
fatigados y agobiados por la carga, que yo les daré alivio” Mt.11,
28.
Tu
sabías que te íbamos a necesitar por eso te quedaste ahí. Faltaba
muy poco para empezar tu larga y dolorosa Pasión. Sabías que ibas a
tener miedo, quizá más que miedo, terror …y que por ello ibas a
pedirle al Padre que si todo “aquello” podía no pasar… pero
también sabías que ibas a hacer su Voluntad.
Y
miraste a los hombres, a los amigos que te acompañaban y que luego
te dejarían solo, y como un relámpago de luz pasó frente a Ti
todas las generaciones, toda la Humanidad doliente… ¡ahí estaba
yo!, con mis miedos, con mis fracasos, con mis pequeñeces, con mi
soledad …y en el gesto más grande del AMOR, ¡ te quisiste
quedar!….
Oh,
Señor… ¿ por qué a veces se me olvida que estás ahí? . Todo el
día corriendo para acá y para allá….
Debo
detenerme…
Ante
este pensamiento llega hasta mi algo escrito por el P. Ignacio
Larrañaga, que dice
así :
“ SEÑOR,
ME GUSTARÍA DETENERME EN ESTE MISMO INSTANTE. ¿ POR QUÉ TANTA
AGITACIÓN?. YA NO SE DETENERME. ME HE OLVIDADO DE REZAR. CIERRO
AHORA MIS OJOS. QUIERO HABLAR CONTIGO, SEÑOR. QUIERO ABRIRME A TU
UNIVERSO PERO MIS OJOS SE RESISTEN A PERMANECER CERRADOS. SIENTO QUE
UNA AGITACIÓN FRENÉTICA INVADE TODO
MI CUERPO, SE AGITA, ESCLAVO DE LA PRISA. SEÑOR, ME GUSTARÍA
DETENERME AHORA MISMO. ¿ POR QUÉ TANTA PRISA? ¿ POR QUÉ TANTA
AGITACIÓN ?. (Hasta
aquí una parte de su escrito para terminar asi ). MI
CORAZÓN CONTINUA LATIENDO PERO DE UNA MANERA DIFERENTE. NO ESTOY
HACIENDO NADA, NO ESTOY APURÁNDOME. SIMPLEMENTE ESTOY ANTE TI,
SEÑOR. Y QUÉ BUENO ES ESTAR DELANTE DE TI.”
Por: MARÍA ESTHER DE ARIÑO.
Comentarios
Publicar un comentario