¡Ésta es, la juventud del Papa! Era la frase que
más se escuchaba entre los jóvenes reunidos en la parroquia de Cristo Rey, en
la república de Panamá.
Ya es una tradición que en cada Jornada Mundial de
la Juventud (JMJ) se organicen encuentros con jóvenes de algunos países. El
encuentro de los mexicanos en la JMJ es un momento anunciado y esperado con
entusiasmo. Aproximadamente mil quinientos peregrinos mexicanos, de entre
jóvenes, sacerdotes y religiosos, portaron playeras y banderas tricolores
abarrotando los alrededores de la parroquia, haciendo que el recinto sea
insuficiente para contenerlos a todos.
El encuentro inició formalmente en torno del medio
día con la celebración de la Eucaristía. Un número significativo de sacerdotes
delegados de la Dimensión Episcopal Mexicana de Adolescentes y Jóvenes
(DEMPAJ), acompañaron a los jóvenes, algunos concelebrando en la misa y otros
más escuchando confesiones.
Al finalizar la celebración eucarística, Mons.
Juan Armando Pérez Talamantes, obispo auxiliar de Monterrey, responsable
de la DEMPAJ, saludó a los participantes y presidió la adoración al Santísimo.
Posteriormente se tuvieron momentos de diálogo permitiendo la convivencia entre
los asistentes y el intercambio de experiencias.
A pesar de que no todos los grupos y delegaciones
pudieron participar por la falta de espacio (algunos incluso se retiraron por
no poder entrar), se vivió un intenso ambiente de fraternidad y alegría.
Finalmente los grupos se retiraron, muchos de ellos hacia las vallas por donde
pasaría el Santo Padre en el papamóvil, minutos antes de que éste aterrizara en
el suelo panameño. Estos momentos dieron un sabor mexicano a la JMJ haciendo
notar el fervor y unidad que tenemos los hijos de la Morenita del Tepeyac.
Informó: R.P. Jorge Martinez Ruz
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