El
periódico Times presentó un reportaje sobre
denuncias por parte de médicos de una clínica pública transgénero
inglesa sobre negligencia profesional y experimentación con niños
que creían ser transgénero en
los últimos tres años. Los 5 médicos del
centro Tavistock, que depende del Servicio para el Desarrollo de la
Identidad de Género situada en Londres (GIDS),
presentaron su renuncia al notar prácticas impuestas y afectación
irreversible en
menores de hasta 3 años de edad.
Mencionaron también, después de 18 renuncias en tres años, la premura en casos en que los niños tomaban la identidad trans como una solución a múltiples problemas en el historial personal, como el de abuso familiar,bullying, duelo, homofobia e incluso casos del espectro autista.
Otro problema que reportaron es la presión que familias y médicos recibieron de parte de los activistas transgénero y también padres exigentes que piden soluciones rápidas a problemas que son de mucha mayor complejidad. Incluyeron en la lista irregularidades más graves como diagnósticos sin evidencia y uso de medicamentos experimentales.
Esta clínica ,única en su tipo, ha contestado a las alegaciones diciendo que para éste tipo de tratamiento existe poca información y experiencia por la escasez de casos en años previos para poder establecer parámetros de evaluación en los niños. Esto confirma que se hacen las cosas sin tener datos científicos exactos ni metodologías probadas.(2)
¿No estaremos empujando a los niños y jóvenes a soluciones apresuradas y superficiales que solo maquillan síntomas de problemas más profundos?
¿No se estará usando tan sólo síntomas genéricos de diversos desordenes mentales, emocionales, neurológicos y de conducta, sin considerar su entretejimiento o “comorbilidad” en una etapa muy temprana y cambiante del desarrollo para decidir un cambio tan permanente e irreversible de vida y sin llegar al fondo y las causas de las molestias que los niños reportan? Ya que….
“La
comorbilidad psiquiátrica puede obstaculizar la evaluación
diagnóstica o el tratamiento de la disforia de género. Según Spack
et al, “en nuestra población de pacientes, niños y adolescentes,
el 44,3 % tenía un historial previo de diagnósticos psiquiátricos,
el 37,1 % estaba tomando medicamentos psicotrópicos y el 21,6 %
tenía antecedentes de comportamiento autolesivo.” (3)
“En
cuanto a los efectos secundarios del tratamiento, que son múltiples,
cabe destacar las alteraciones en el desarrollo de la masa ósea y
del crecimiento, la fertilidad y la capacidad de experimentar placer
sexual, la falta de desarrollo de los genitales externos (que puede
comprometer una futura reasignación quirúrgica, y los efectos sobre
el desarrollo cerebral.” (4)
Por otro lado ya se ha comprobado la inviabilidad del “modelo de estrés social” que se usa para justificar la prevalencia de mayores tasas de suicidio entre personas transgénero y homosexuales que en la población general, pues las tasas se mantienen aún en países en los que son totalmente aceptados . (5)
Es
preocupante ver que la ideología de género no solo empuja lo legal
y lo social para imponer sus métodos de constructivos para resolver
problemas sociales, sino ya se lanza a empujar a la misma ciencia a
un formato exprés sin proceso normal de investigación y
fundamentación que lleve a la medicina tratamientos realmente
efectivos.
O
¿es que está dispuesta a sacrificar a miles de niños y jóvenes
para comprobar un punto dentro de su agenda? Abandonándolos en sus
necesidades reales para cumplir con sus objetivos de
despatologizacion total de homosexualidad y transexualidad.
¡Es
un precio muy alto!
Por Ana Elena Barroso
(1)
https://www.thetimes.co.uk/edition/news/calls-to-end-transgender-experiment-on-children-k792rfj7d
(3)
https://www.observatoriobioetica.org/2017/02/trastornos-identidad-genero-evidencia-cientifica/17973
(4)
ídem
(5)
ídem
Comentarios
Publicar un comentario