Durante las últimas décadas se ha tildado a la Iglesia Católica de homófoba por desencarar el riesgo en que se encuentra esta población, medica y emocionalmente. Nada más lejano de la realidad, al ser de las pocas instituciones que ha tendido la mano a los homosexuales enfermos, cuando nadie quería ni siquiera tocarlos y lanzarse hasta los lugares más remotos de la tierra para servirlos. (1)
Del mismo modo, la Iglesia Católica en Mexico es cercana
a los enfermos de SIDA a los cuales atiende aun antes que el sistema de salud
lo hiciera e inclusive antes de que se reconociera la existencia de la
enfermedad en nuestro país en 1985.
Con 178,310 personas vivas hoy con la enfermedad en
México (2), que sólo representa el 0.0013 de la población mexicana, la iglesia
tiene estructuras específicas para darles una atención integral a los que lo
necesitan. Más allá de la faceta de su salud, la Iglesia entiende el contexto familiar,
emocional y spiritual en el que estas personas viven y trata de dar un
acompañamiento en ese rudo camino.
En 2004, Juan Pablo II hizo hincapié en el esfuerzo que
la Iglesia y las diocesis en Africa y América debían poner en el asunto. En
2010 en Aparecida, la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano vuelve a
indicar el camino para atender las necesidades de las personas con VIH.
En México se les atiende en dos diferentes tipos de
albergues: albergues para enfermos de VIH y SIDA y albergues para enfermos terminales.
Todos ellos se sostienen a base de donativos y mucho trabajo voluntario de
religiosos, religiosas y laicos . Además, en las parroquias, los agentes de
Pastoral de la Sauld van más allá y llevan “directamente a los hospitales,
clínicas de salud, e incluso hasta el propio hogar del enfermo, atención y
acompañamiento.”. Algunos de ellos:
- · Fundación Domus Alipio. Asociación de la Iglesia que ya trabajaba con niños, niñas y mujeres con VIH/SIDA, quien adoptó el año 2000 los Objetivos de Desarrollo del Milenio, entre los cuales se encuentran “Reducir la propagación del VIH/SIDA” y “prestar especial asistencia a niños huérfanos por causa del VIH/SIDA”. Y quienes desde el año 2012 han adoptado el compromiso que UNUSIDA ha promovido en todas las organizaciones internacionales “llegar a cero”, cero transmisiones materno infantil y cero nuevas transmisiones, por lo que continúan implementando estrategias que permitan disminuir el número de personas infectadas poniendo especial énfasis en la prevención secundaria, es decir con aquellas personas que ya viven con el virus y que son principalmente diseminadores de la infección. http://domusalipio.org/
-
- · Fundación EUDES. Constituida desde el año 1999 y con trabajo previo desde 1995. Quienes de manera voluntaria y sin ánimo de lucro realizan actividades tendentes a mejorar la calidad de vida de las personas infectadas por el VIH/SIDA, principalmente aquellas de escasos recursos. Son una organización asociada al Departamento de Información de Naciones Unidas con Estatus Consultivo en ECOSOC (El Consejo Económico y Social) lo que los reconoce como una organización seria y transparente. http://eudes.org.mx/
- · Mesón de la Misericordia. Una asociación sin fines de lucro que ofrece una respuesta integral a los desafíos que hoy plantea el VIH y el SIDA: Personas interesadas en colaborar y facilitar las condiciones para quienes viven con el virus puedan superar las dificultades asociadas al VIH y desarrollarse plenamente. http://mesonac.org/nosotros/
Por otro lado también desarrollan campañas de prevención,
como la denominada ““La Iglesia en México: Esperanza de VIHda” a través de una
educación de las relaciones afectivas y VIH que disminuye la exclusión y el
estigma, desarrollando acciones concretas (solidaridad, atención y prevención)”.
Ésta es realizada por la Red de Organizaciones de Inspiración Cristiana con
trabajo en VIH y SIDA con manuales y
materiales de video para capacitación de
sacerdotes y laicos.
En estos esfuerzos se han incluido foros conjuntos con
organismos de salud y CONASIDA. (3)
Como
se puede ver, la mano de la Iglesia siempre ha estado tendida al que sufre, y
los enfermos de SIDA no han sido la excepción y sin ser discriminados por su
situación. Pero lo hace de una manera muy distinta al mundo , porque no los
deja abandonados a su suerte emocional y social como lo hace la cultura moderna
de la “tolerancia”. Por ser politicamente correctos se deja a los individuos
solos e inclusive se les induce a exponerse más a los riesgos que la
homosexualidad conlleva.
Por:
Ana Elena Barroso
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