La palabra adviento, del latín
adventus, quiere decir Llegada, y la llegada a la que nos hemos de preparar es
la del Hijo de Dios que se hace hombre sin dejar de ser Dios.
Tiempo santo que celebra la Iglesia
desde el domingo primero de los cuatro que preceden a la Natividad de Nuestro
Señor Jesucristo hasta la vigilia de esta fiesta. Así el año eclesiástico de la
Iglesia Católica comienza con este Domingo de
Adviento.
De esta palabra, "adviento",
se deriva el Adventismo, doctrina de los adventistas.
El fundador de esta secta, William
Miller, ministro baptista, predicó en 1831 que a la segunda venida de Cristo,
después del fin del mundo( octubre de 1844) seguiría un milenio.
Su
profecía no se cumplió y muchos "milleristas" repudiaron su fe.
. La
rama más antigua, Adventistas Evangélicos reunida en Albany en 1845, reafirmó
su creencia en la proximidad de Cristo, en la resurrección de todos y el inicio
del milenio tras todo esto, pero tampoco pasó nada.
Actualmente existen seis ramas y poco a
poco aparecerán más, todas ellas con discrepancias doctrinales y pensamos que
no les será fácil entenderse y ponerse de acuerdo.: Adventistas Cristianas,
Adventistas del Séptimo Día, Iglesia de Dios, Fe Abrahámica, Primitiva Iglesia
y Cristianos del Advenimiento .
Posiblemente todas las personas que están
dentro de estas sectas estén de buena fe y han de ser cumplidoras y observantes
de sus doctrinas, pero si pensaran y profundizaran un poco más verían que son
ramas desprendidas de un tronco, del tronco principal que es Cristo y su
Iglesia Católica. El catolicismo sigue, sin desviarse, los pasos de los
apóstoles, testigos presenciales de Cristo, hombres que vivieron y murieron
para dar testimonio de su fe. Acompañantes de Jesús, el Maestro y de los cuales
uno, a pesar de haberle negado tres veces, fue escogido por el mismo Cristo
para que continuara con su doctrina y fuese cabeza de la gran misión a la cual
fue encomendado.
Pedro (PIEDRA) así llamó Jesús a su
discípulo Simón y fue el primero de nuestros Papas.
¿Por qué andarse por las
ramas y dejar el Tronco de Fe viva con la doctrina que Cristo nos vino a
enseñar? ¿No será porque no nos hemos preocupado de conocer esa doctrina en
toda su profundidad?
Vamos a recordar, a conmemorar el momento
de la llegada de Jesús a la Tierra, hace ya más de dos mil años. Llegó niño
para darnos más ternura, no quiso presentarse lleno de majestad y gran poder.
Mientras tanto meditemos con honda alegría
lo que representa este tiempo de Adviento.
Pronto llegará esa gran Noche, la
NOCHEBUENA y lo escribo con mayúsculas, porque ni así se le da el rango de lo
que esa gran Noche fue y es para la Humanidad.
No abandonemos por otras religiones o sectas
el hermoso camino que Cristo nos vino a enseñar y empecemos hoy a prepararnos
para conmemorar su venida, su Adviento.
Por: MARÍA ESTHER
DE ARIÑO.
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