En estos tiempos la cultura moderna nos quiere convencer de que no existe una realidad, que no existe la verdad y que todo es subjetivo y relativo. Y va más allá , hace alarde de llevar la bandera de la “libertad” de hacer lo que nos plazca y de “ser” lo que nos plazca.
La moral, por supuesto, es presentada como un yugo impuesto por la religión, sobre todo la católica, y la creencia de la existencia del mal ya se ha superado. No hay nada “malo”. Todo es relativo.
Por otro lado, las escrituras nos hablan de cómo Dios ha escrito su ley, que el pueblo elegido rompió muchas veces, en el corazón del hombre. (Jeremías 31,33)(Ezequiel 36,27)(Hebreos 10,16).
¿Cómo saber si es cierto que dentro del hombre hay un espíritu que le hace ver la diferencia entre el mal y el bien?
¿Podríamos hablar de una conciencia que, hoy en día, es denigrada y minimizada?
…o......... vivimos en una matrix en donde todo vives tu perspectiva del mundo y tú decides que está bien y qué está mal?
Para iluminarnos un poco en este aspecto, podríamos irnos al hombre original. ¿Cuál puede ser un ejemplo del hombre virgen, sin influencia de los demás que lo condicionan? Podría ser un bebé.
En la Universidad de Yale, la Doctora Karen Wynn y su equipo tuvieron esa inquietud y realizaron un estudio en bebes que nos da pautas y la esperanza de que el espíritu de Dios sí está escrito muy dentro del corazón e inteligencia del hombre y mucho antes de que pueda ser “condicionado y aleccionado” por su ambiente.
Este estudio se realizó en el año 2007 y consistió en exponer a bebes de entre 6 y 10 meses de edad, e inclusive de hasta 3 meses, a figuras que se movían en un teatro.
Se les presentaron figuras básicas de cuadros, triángulos y círculos que subían y bajaban una ladera. En diferentes momentos se los mostraba cómo unas ayudaban a otras a subir la ladera, y en cambio, otras tiraban a las que subían por la ladera. Se repetían varias veces las escenas hasta que los bebes perdían interés y después se les ofrecían las diferentes figuras para que escogieran una:
Sorprendentemente, más del 80% de los bebés escogieron las figuras que ayudaban a subir la pendiente, y todavía más importante, evadían a aquellas que empujaban y tiraban a la que trataba de subir. (1)
La conclusión del estudio fue que los bebés, desde muy temprana edad, escogen seres sociales sobre seres antisociales. Y esta capacidad sirve como fundamento para el pensamiento y acción moral. (1) Y no solo eso, en niños de menos de 2 años se observó que son ayudadores y protectores. (2)
Estas conclusiones nos dejan ver que la ley moral es algo impreso muy dentro del hombre desde antes de entrar en contacto con el medio ambiente y los condicionantes sociales, y que se puede cultivar y hacer florecer desde pequeños.
Por: Ana Elena Barroso
(1) file:///C:/Users/Mama/Downloads/Social%20evaluation%20by%20preverbal%20infants.pdf
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